Fran Murcia, la mirada de la moda almeriense que cautiva a Montesinos
El diseñador valenciano junto al fotógrafo Pas Ibáñez y la asistencia de Cristian Lázaro contaron con el profesional de la tierra para inmortalizar algunos de los diseños con su imagen
Es un día cualquiera del pasado mes de junio. Interior. Vivienda de un prestigioso gurú español de la moda, Francis Montesinos. El asistente de fotografía Cristian Lázaro ultima preparativos. Pas Ibáñez, fotógrafo especializado en moda, monta los objetivos en las cámaras fotográficas. En un aparte de la amplia estancia, el modelo masculino que va a lucir la ropa del diseñador valenciano se presta a los últimos retoques de peinado, momento que aprovecha para su ritual de concentración. Comienza la sesión fotográfica.
En realidad, la sesión comenzó varios meses antes. Fue cuando Pas Ibáñez, hábil en sacar lo más hondo de quien posa delante de su cámara, halló en este hombre al modelo idóneo para fotografiarle con la ropa del genial Montesinos. A Dios se le fue la mano con algunos seres humanos en el momento y hora de repartir dones y talentos, y en este camino se complementaron tres donaires: Francis Montesinos, Pas Ibáñez y el modelo masculino que nos ocupa.
En realidad, la sesión comenzó varios años antes, porque hasta que llegó Calvin Klein hace ya unas décadas los hombres modelos no eran más que accesorios en una campaña publicitaria. Casi que por aquella época posiblemente ni tan siquiera hubiera nacido el modelo, este modelo, que tuvo el honor y el privilegio de hacer unas tomas con el capote de la película 'Matador', de Pedro Almodóvar, uno de los momentos más especiales de su carrera al ser un apasionado del cine, en la vivienda de Francis Montesinos. Son detalles en la vida de un modelo que marcan las experiencias y las hace más mágicas.
Durante la sesión fotográfica el modelo se cambiaba de camisa, de trajes, de ropa interior, de diseños todos de Francis Montesinos. El tiempo y la atmósfera se conjuraron de tal modo que todo fluía con delicadeza. El almeriense lograba ofrecer el gesto que Pas Ibáñez quería en todo momento. Sentía que estaba gustando al conseguir en el primer disparo la foto perfecta. Francis Montesinos daba su aprobación a cada foto que veía en el visor de la cámara.
Ciertamente, esta sesión fotográfica en la casa del diseñador Montesinos se inició hace años. Fran Murcia, así se llama el top-model almeriense que ya aparece en portadas, revistas y publicaciones internacionales, y que comenzó su carrera cuando la crisis económica hacía mella en España. Amigos emprendedores y fotógrafos en vías de profesionalización le llamaban por su fotogenia, la cámara le quería, le quiere. A partir de prestar su imagen a los amigos, las cosas le vinieron rodadas, o así lo parece, como suele ocurrir en las biografías de los que alcanzan la cima. Sin embargo, Fran Murcia se ha trabajado su lugar entre los modelos masculinos con mucho esfuerzo, con mucho machaqueo, con la demostración permanente de no ser tan sólo una cara bonita o un cuerpo moldeado. Ha asumido riesgos como el de irse a India durante dos meses con una agencia de modelos de Nueva Delhi o a Marsella con el fotógrafo John Hart.
Es posible que alguien pueda pensar que un modelo vive por y para su imagen. No es el caso de Fran Murcia que, aparte de cuidarse, ejerce su profesión de periodista. Y lo hace suficientemente bien a tenor de los premios que le han otorgado. Tiene la fortuna, eso sí, de vivir vidas distintas. Tanto al escribir sus artículos y reportajes, como cuando se pone en la piel de perfiles y sentimientos diferentes.
Y lo más grande, ahí donde lo ven, es que Fran Murcia, pese a ser entrevistado en significativas páginas webs norteamericanas, a ser la imagen de portada de publicaciones, es un tipo natural, absolutamente normal y amigo de sus amigos. Entre otros, nació con el don de la fotogenia, con la sonrisa puesta, y con una mochila de buenos sentimientos. Señoras y señores, con todos ustedes: Fran Murcia.
También te puede interesar
Lo último