Francisco Gomis sopla las velas de sus cien años rodeado de los suyos

Los cien años que cumplió ayer el compositor, pianista, investigador de temas locales y director escénico Francisco Gomis no los cumplió solo. Un total de 18 personas de su familia acompañaron al centenario e ilustre almeriense en un día memorable.

Hasta su hijo de Madrid y una prima suya pudieron acudir a la celebración de los cien años de Francisco Gomis. Su nieto explica las sensaciones de su abuelo: "Se encuentra desorientado porque hay mucha gente".

Además de todas las personas que acudieron a celebrarlo, el ring del teléfono era una constante en la celebración de su cumpleaños.

El pianista demostró una vez más su elegancia y le hizo muchísima ilusión una camisa para la boda de su nieta.

Antes de celebrar sus cien años, Francisco Gomis explicó sus sensaciones: "Con los cien me voy a ir sin despedirme de nadie. Yo juego a la lotería, la pago, pero no la cobro".

En su casa tiene el piano que perteneció a Gaspar Vivas, el autor del Fandanguillo de Almería. Al morir, el compositor de la Plaza de Pavía se lo compró a su viuda por 450 pesetas.

Una de las espinas clavadas que tiene Francisco Gomis ha sido el encontrar los Breves Pontificios donde se declaraba Patrona a la Virgen del Mar. "No los hemos encontrado y hemos escrito hasta al Archivo del Vaticano", aseguró su hija.

Hasta que se jubila y regresa a Almería en 1973, don Paco fue secretario vitalicio de la Hermandad de la Virgen del Mar en Madrid, fundada en 1958.

En el año 1999, el Pleno Extraordinario del Ayuntamiento de Almería aceptó la donación de Francisco Gomis de 182 partituras musicales, originales y reproducidas. Así, toda su investigación junto a Adela Alcocer en el Archivo Municipal se vio correspondida.

Su hija María Luisa Gomis está pendiente de su padre constantemente, de sus necesidades. Conoce al dedillo todas las historias de Francisco Gomis y se muestra orgullosa de lo que ha conseguido y representa.

Así, Francisco Gomis celebró con los suyos y con multitud de muestras de cariño sus cien años. El ilustre centenario ya ha soplado las velas.