Francisco Molina pronuncia un pregón cargado de sentimientos

La capilla del Sagrario y parte de la Catedral se llenaron para revivir la Semana Santa desde la catequesis que hace el Prendimiento cada Miércoles Santo

Francisco Molina vivió con intensidad y emoción la lectura del pregón a la cofradía del Prendimiento.
José Manuel Quesada / Almería

02 de febrero 2009 - 01:00

Francisco Molina Pacheco no sólo pronunció el XIX pregón de la cofradía del Prendimiento en la capilla del Sagrario de la Catedral, sino que lo vivió intensamente y con energía, con impulso y con corazón, supo transmitir a un abarrotado auditorio todos sus sentimientos cofrades, forjados en sus primeros años en la hermandad granadina de la Oración en el Huerto, en su barrio del Realejo, y reafirmados en sus muchos años ya de vida entre los almerienses en la cofradía del Prendimiento.

Francisco Molina afirmó que el pregón supone el aldabonazo que abre a golpe de palabra el pórtico de una nueva estación penitencial que sale a la calle para anunciar el Evangelio, porque por encima de todo somos Iglesia y así nos tienen que aceptar. "Como fenónemo religioso más allá de un valor cultural que nadie niega, pero que nunca puede ni debe ser fundamento de nada, ni menos aún justificación de una realidad que se mantiene viva desde hace siglos".

La exposición de Molina Pacheco tuvo la singularidad respecto a otros pregones de no ceñirse a los relatos evangélicos que la hermandad pone en escena públicamente cada Miércoles Santo, sino que tuvo una continuidad en el desarrollo de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, iniciada con la entrada de Jesús en Jerusalén.

El pregonero intercaló algunas poesías entre su vertiginosa y entusiasta prosa para loar el momento de la salida, la majestuosidad del paso de misterio del Prendimiento, la portentosa imagen de Jesús Cautivo de Medinaceli, o la belleza plena de la Virgen de la Merced, que de amor el alma llena. "¡Llegado ya el momento, la puerta de la Catedral como un capote se abre, y surge la cofradía de más duende y más arte que hubiera nunca en Almería, por la Gracia de Dios Padre!"

Paco Molina tuvo palabras de ánimo para los jóvenes cofrades, "que estáis llamados a ser el péndulo generacional, depositario de este hermoso legado espiritual y patrimonial de la hermandad", y les pidió que no tengan prisa en asumir importantes responsabilidades. También recordó emocionadamente a algunos hermanos fallecidos como Paco Nieto, Antonio Sánchez Gómiz, o Paco Milán.

En el último trayecto, el pregonero destacó la mecida corta y muy suave por la calle Real, "a la que sus balcones engalanados, envueltos en oleadas de incienso y pétalos de rosas la convierten por unos momentos en esa calle de barrio de otros tiempos". Molina reivindicó la coronación canónica para la Virgen de la Merced y que los cofrades no quiten la cruz de sus vidas, porque "somos cristianos, y siendo cofrades así lo manifestamos".

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