Fumigan en el barrio de Las Colinas contra la oruga procesionaria

A. F. V.

09 de enero 2016 - 05:01

La asociación de vecinos Las Colinas de Aguadulce alertó esta misma semana al Ayuntamiento de Roquetas de Mar de la presencia de la temida oruga procesionaria en el parque de este barrio. Tras un encuentro mantenido con responsables municipales, la fumigación comenzó este mismo viernes para intentar paliar cuanto antes el aumento de población de esta animal, especialmente peligroso para niños y mascotas.

Su presencia es más frecuente en primavera pero, al parecer, las altas temperaturas de este invierno habría favorecido su aparición en este punto del municipio de Roquetas de Mar. Lo más característico, aparte de su color naranja negruzco, es que se mueven en fila, unas detrás de otras como mecanismo de defensa ante los pájaros.

Desde la asociación de vecinos quisieron ayer lanzar un mensaje de agradecimiento al Ayuntamiento por la "rápida actuación" en la fumigación de este espacio tras ser alertados por los propios vecinos.

Debido a la gran cantidad de pelos urticantes y su ínfimo tamaño no sólo el contacto directo, sino también vía aérea, las orugas pueden provocar daños en las zonas infestadas. En los humanos las afecciones más habituales son cutáneas. En los animales, sobre todo en los perros, el contacto con las orugas procesionarias puede llegar a ocasionar problemas graves.

Cuando un niño tiene contacto directo con los pelos urticantes que la rodean, estos se dispersan y flotan en el aire produciendo irritación en la piel, nariz y ojos. Además, estos pelos urticantes se clavan en la piel liberando una toxina que genera la liberación de histamina y, en consecuencia, la reacción alérgica, una dermatitis tóxico-irritativa. Algunos de los síntomas que presentan los perros cuando han estado en contacto con una oruga son picores, abundante salivación o inflamación del hocico y cabeza.

stats