Almería

Galaxia: la definición exacta de eso que llamaban “pasárselo bien”

  • La discoteca de El Alquián tuvo, entre 1979 y 1984, cine, dos pistas de baile, bar, servicio de bus y una clientela fiel 

Galaxia: la definición exacta de eso que llamaban “pasárselo bien”

Galaxia: la definición exacta de eso que llamaban “pasárselo bien” / D.A.

Los almerienses que tienen entre sesenta y setenta años también fueron jóvenes. E iban a las discotecas. En 1983, en la provincia había once salas de baile con una capacidad para 1.727 personas; en la capital estaban abiertas casi otra docena más, con aforo para 1.500 individuos: “Dogos”, “Lord Nelson”, “Baroque”, “Atenas Club”, “Odeón”, “Royal Club”, “Ohango”, “Júpiter”, “JJ”, “Grant´s Club” y “Galaxia I.

¡Ah, Galaxia!... con aquel logotipo tan chulo de un plantillo volante escupiendo fuego. Era el culmen de la diversión; la cúspide de la música moderna; la definición exacta de eso que llamaban “pasárselo bien”. Estaba en El Alquián, pero no importaba; era distinta. Había que ir. En la inmensidad de sus instalaciones encontrabas de todo: cine en “technicolor” con películas eróticas -“Troll” o “Climax” de Teresa Gimpera-, bar con tapas y barras interminables, pistas de baile de rápidas y lentas, penetrante luz láser multicolor que giraba 360 grados, columnas de “sensorround” con muchos watios de potencia o “disc-jockeys”, como José Casado, que te hacían caso cuando pedías que pinchara “Embrujada” de Tino Casal o algún tema de Boney M. Abrió en el verano de 1979 con una decoración moderna, ideada por José Manuel Barrios Gómez, y por sus sillones anaranjados se recostaron buscando cariño incontables alumnos de BUP, arriesgándose a que les soplaran un “morrillazo”. Los muchachos iban por su cuenta, porque se organizaban fiestas para despedir el curso o para recaudar fondos de los viajes de estudios. Innumerables parejas de novios o inesperados ligues se forjaron en aquellas noches de El Alquián con cubatas que iban y venían y “calás” de cigarrillos amentolados.

Ver una película en Galaxia y, luego, tomarte una copa costaba 200 pesetas los días laborables y 300 los fines de semana

Anuncio de Galaxia en el número 1 de la desaparecida revista Almería Semanal Anuncio de Galaxia en el número 1 de la desaparecida revista Almería Semanal

Anuncio de Galaxia en el número 1 de la desaparecida revista Almería Semanal / D.A. (Almería)

Claro, en un público tan joven escaseaban los carnet de conducir coches. Así que, o se desplazaba en las “vespinos”, en las “Derbi Variant” o en las “Cady” negras con radios rojos, que llegaban berreando porque los pilotos iban “follaícos vivos”, o ¡a buscarse la vida! Quienes carecían de motillo contaban con la opción de llegar en el autobús fletado por la propia discoteca. Al vehículo le apodaron “El Atómico” y partía cada hora desde Obispo Orberá cargado de muchachos que, en la puerta de Galaxia, se bajaban atropelladamente para enganchar la primera copa. Algunos se colocaban en el pecho la pegatina que distribuía el local donde rezaba “Tres cosas tiene Almería: Galaxia, mujeres y alegría”, como si aquello fuese un pase VIP para acceder antes a los cubalibres. Dentro, ya sonaba “She has a way” de “Bobby O”, que era como la sintonía de bienvenida.

Aplauso” de Fradejas

Ver una película en Galaxia y, luego, tomarte una copa costaba 200 pesetas los días laborables y 300 los fines de semana. Si organizaban concursos de “misses” o conciertos, el precio variaba; por su escenario actuaron “Los Secretos”, “Mecano” o “Nacho Dogan”, aquel artista que salía en el programa de la tele “Aplauso” de Fradejas y José Luis Uribarri y que cantaba “Da, Da, Da”. Precisamente el programa de TVE aterrizó en julio de 1980 en las pistas de Galaxia para escoger a los representantes de Almería de su sección "La juventud baila". Ganaron, en sus distintas modalidades, Francisco Javier Ortiz González, Juani Simón Andújar, Katy Contreras Ayala, el abderitano Juan Lorenzo Capilla y José Carrión Sánchez (1942 -1990), conocido como “El pintor de la noche”, y su esposa Damienne.

Galaxia no necesitaba publicidad. Su aire innovador y el “boca a boca” eran suficientes; cuando los lunes los bailones explicaban, exagerando los detalles, las andanzas del fin de semana, a sus amigos les entraban unos deseos irrefrenables para que llegara el viernes y subirse al “Atómico”. No obstante, la dirección de la discoteca patrocinó en la batalla de flores de la feria de 1979 una carroza futurista con naves de goma espuma y danzarines disfrazados de astronautas. También insertó algunos anuncios diseñados por Plataforma en la desaparecida revista “Almería semanal” y distintas cuñas en las tres emisoras de radio con el lema “El mayor complejo para la diversión y el entretenimiento en El Alquián.” La voz de Juan Domínguez, un fijo en la presentación de los eventos de Galaxia, estaba irremediablemente vinculada a la música y a la diversión juvenil ochentera. Galaxia ganó, junto con “Autocares Bernardo”, “Floristería JM” o “Confitería La Corona” el premio máster a la popularidad 1980, que presentaron y entregaron en el Hotel La Parra la televisiva Marisa Abad y la actriz Beatriz Carvajal, que en ese momento tenía 31 años.

El programa de TVE “Aplauso” eligió en Galaxia a los representantes de Almería en el concurso “La Juventud baila” de 1980

Logotipo de Galaxia Logotipo de Galaxia

Logotipo de Galaxia / D.A. (Almería)

Galaxia estaba tan de moda que el partido Unión de Centro Democrático pretendió realizar su asamblea provincial en la sala de fiestas. Sería por su gran espacio y no por otro motivo… El caso es que la convocatoria estaba cerrada para el 9 de septiembre de 1979 y, a última hora, se cambió de sede al ya desaparecido Cine Emperador. Las autoridades gubernativas amenazaron al dueño con retirarle la licencia provisional, con la que pudo abrir ese verano, si los políticos de UCD se concentraban en sus pistas de baile. Así lo confesó casi un cuarto de siglo después Ramón Ponce García, uno de los promotores de la reunión.

El año nuevo 1984 se recibió en Galaxia con una actuación en directo de “Bordón 4”, el grupo que llevaba la rumba por bandera y cuyo éxito fue ese tema que decía “qué cara más bonita tiene mi niña”. La discoteca se llenó porque por 2.000 pesetas veías el concierto, tenías una botella de champán del bueno y una bolsa de cotillón llena de serpentinas, confeti, matasuegras, globos y gorros.

Un incendio inexplicable la destruyó cuando era el mayor centro de diversión de la provincia

Pero ese año fue nefasto para Galaxia. Un pavoroso incendio nocturno la calcinó por completo. Aquello quedó siniestro total. Destrozada, inutilizada. ¿Provocado? ¿Fortuito? No hubo heridos ni testigos; nadie dijo nada porque eran los horrorosos tiempos en los que locales de fiesta, periódicos, coches, cortijos, cines o comercios de Almería salían ardiendo de forma tan habitual como extraña. E imperaba el silencio. Algún día debería investigarlo “Cuarto Milenio”.

Después del desastre, la sala volvió a abrir el 19 de septiembre de 1985, con el nombre de “Galaxia Gabard”, pero ya no fue lo mismo. Sí, había actuaciones en directo como la de “Medina Azahara” pero el público recibió el cambio como una vuelta a una discoteca “de las de siempre” y de esas ya había muchas. Aquella segunda parte duró más años que la primera, pero Galaxia terminó cerrando. Hoy, su solar se ha convertido en viviendas con fachada de ladrillo y en una calle peatonal. Allí, un puñado de niños juegan a la pelota ignorando que, en ese mismo suelo, hace décadas sus abuelos se divertían hasta que el sol despuntaba por el Cabo de Gata.

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