García Montero pinta un horizonte de poesía en el Castillo de Santa Ana
Álvaro Salvador dirige un seminario que explica el significado de la obra emblemática del poeta granadino, Un debate juvenil cerró la jornada
La poesía de Luis García Montero hizo temblar la tierra a las 12:40. Provoca seísmos, aseguró Andrés Neuman, joven poeta hispanoargentino que participó en la mesa redonda de críticos con la que se cerraba la jornada matinal del curso Luis García Montero: un poeta de nuestro tiempo. Pero antes hubo tiempo para mucho más. A las 9:00, Laura Scarano, sureña como Andrés, centró su charla en la ética y poética del granadino que sentado en la última fila, como los alumnos aplicados, se sintió en determinados momentos "abrumado". Ha sido protagonista de cursos, y ha dirigido otros, pero no deja de sorprenderse.
"Más que nada, la intención que tengo es mantener los oídos abiertos para aprender", aseguraba el poeta. "Nos dedicamos a un trabajo lleno de incertidumbre, nos sentimos solos mientras escribimos y hace falta ser muy tonto y perder la cabeza para releerse sin dudas, porque uno siempre tiene ojos de corrector". Los presentes hablan de él, desmenuzan una obra extensa y que ha conquistado a poetas, cantautores, literatos y expertos en la lengua castellana. Lo que García Montero hace pasa de ser poesía a convertirse en un sentimiento biográfico que pasa, al igual que las hojas de los libros, para quedarse de nuevo en el limbo de las emociones. La importancia de compartir soledades mediante un diálogo fluido, es otro de los ejes sobre los que giró el pensamiento del hombre de mirada tranquila.
Llegaban las diez y media de la mañana. A lo mejor un poco más, cuando Francisco Díaz de Castro empezaba la comparativa de obras. De Diario cómplice a Las flores del frío fue un recorrido amplio, para dar a conocer los cambios acontecidos en la vida del poeta. Nacimientos, historias del día a día, la falta, ausencia de las personas queridas, sobrevivir un poco más a la existencia... son algunos de los factores que aparece en la obra de García Montero. Al final, una mesa redonda con Andrés Neuman, Juan Carlos Abril y José Andújar.
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