Gitanos y guardias civiles meten un gol solidario por los más necesitados

Lleno absoluto para presenciar un partido de fútbol con fines benéficos jugado entre entre los dos colectivos Es el segundo acto organizado por los gitanos del barrio de la Cimbra de Garrucha

Comenzaba la segunda parte y el marcador favorecía a los gitanos.
Comenzaba la segunda parte y el marcador favorecía a los gitanos.
Ricardo Alba

04 de marzo 2013 - 01:00

En el estadio Emilio Moldenhauer de Garrucha las taquillas estaban ayer cerradas y las puertas abiertas. No había que pagar para entrar, o para ser más precisos, no había que pagar entrada. Tan sólo y quien quería entregaba una bolsa con alimentos no perecederos a los voluntarios de Cruz Roja que se encargaban de recoger las bolsas, vaciarlas y clasificar su contenido. Así de sencillo y así de solidario porque se trataba de recoger alimentos para los necesitados que los hay y muchos.

Entre los solidarios, los jugadores de fútbol de Los Galgos, C.F., y de la Guardia Civil. Los Galgos de verde y los Civiles de blanco. Se trataba de un partido benéfico con el objetivo de ayudar al necesitado, eso sí, en el campo ni agua, faltaría más. El graderío lleno. Debajo, en la banda, un manojo de nervios acumulado entre entrenadores, auxiliares, suplentes, en definitiva, todo el personal que caminaba arriba y abajo paralelamente a la cal.

Desde arriba, ya se sabe, opiniones para todos los gustos, que si yo hubiera puesto a este, que tú qué sabrás, niño que te vas a caer y te quedas sin bocadillo. El ambientillo de los grandes acontecimientos. Luis Fernández Santiago, 'El Tinto' y a mucha honra que le viene el apodo de su abuelo, es un tipo cabal "los gitanos somos solidarios con los más necesitados, en este caso donamos la comida a la Cruz Roja, hay mucha gente que lo está pasando mal por la crisis. Los gitanos tenemos un corazón muy grande, el año pasado lo hicimos con una niña de Vera, Nerea, aunque entonces fue una colecta de dinero". 'El Tinto' es el presidente de los gitanos del barrio de la Cimbra de garrucha con el respaldo de los jóvenes y el apoyo de los patriarcas que son los responsables de esta bonita historia "esto empezó en el año 82 y hasta el día de hoy, y si Dios quiere que siga hasta el año tres mil". En el campo, las cosas pintaban bien para Los Galgos, al menos hasta la hora de redactar estas líneas. Aunque lo de menos era ganar, tampoco era cuestión de dejarse la honrilla.

Ambos equipos de fútbol se dejaron la piel en el campo jaleados por la concurrencia entre la que abundaban familiares: "como pierdas no vuelvas a casa", bueno, era una forma de estimular al marido, hermano, novio, primo, cuñado, que al fin y al cabo aquello era una gran familia.

Poco a poco el gris marino garruchero se posaba en el campo de fútbol. No era obstáculo para disfrutar de un buen espectáculo y mejor ambiente de camaradería. Los ánimos no decaían, pareciera un partido de los del Plus. No, sencillamente eran las ganas de pasar un buen rato entre amigos, compañeros, colegas, y, después, la cervecita que había que reponer fuerzas después del desgaste físico.

Allí no se movía nadie, y a destacar la armonía, el buen talante de unos y otros que movían a la broma, al buen pasar de un Trofeo en que salían ganando los más necesitados gracias a la generosidad y solidaridad de gitanos y Guardía Civil.

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