El Gobierno lamenta que se especule sin conocer al 100% el origen de la infección
L El campo, bajo lupa
La ministra conversó con su homóloga alemana y dice que se ha estado en contacto permanente con este país · Afirma que, según la Comisión Europea, el contagio pudo darse en destino
La ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, se mostró excesivamente blanda en su intento de defender al sector agrícola español, cuando aún no existen pruebas fehacientes que indiquen el origen del foco de la contaminación en los pepinos, que ha causado ya seis muertes y 60 enfermos graves.
En sus declaraciones de ayer, tras la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, como viene siendo habitual cuando se refiere a los mecanismos de venta de países terceros y su sistemática forma de incumplir los acuerdos preferenciales que mantienen con la Unión Europea, Rosa Aguilar apenas se mostró crítica con la actitud precipitada de las autoridades alemanas y se limitó a decir que había mantenido una conversación con la ministra de Agricultura alemana, Ilse Aigner.
"A lo largo del día de ayer [por anteayer], hemos estado en todo momento en contacto con Alemania", y manifestó que había conversado con ella ayer por la mañana, tras lo cual, "se pone de manifiesto algo que ha corroborado la Comisión Europea y es que no se sabe dónde se ha podido producir la contaminación de estos productos y que la propia Comisión Europea ha puesto de manifiesto que se ha podido producir fuera del país de origen", afirmó.
Además, recordó que se trata de una cepa "extraordinariamente rara y extraña, nada habitual en España", lo que trasladó a la ministra alemana. Destacó que España ha actuado con "responsabilidad haciendo un seguimiento a la trazabilidad, algo que desde la colaboración hemos planteado que se haga también en el país de destino, es decir, la propia Alemania".
Con ello, Aguilar hizo hincapié en conocer dónde se ha producido la contaminación de los pepinos. "Hasta ahora, no consta ni está demostrado que se haya podido producir en el origen", por lo que pidió "prudencia" e "ir esperando a todos los exámenes que se están realizando en España y en el ámbito de Alemania y la Unión Europea" porque, a su juicio, "han causado un daño irreparable, no solo por las víctimas, sino también al sector".
La ministra de Medio Ambiente recordó que en España "tenemos extraordinarias garantías de calidad, de seguridad alimentaria, por encima, incluso, de lo que la normativa comunitaria exige". Y concluyó diciendo que no hay "ninguna prueba que haga pensar que se ha producido esa contaminación en el país de origen, por lo que tendremos que seguir examinando la trazabilidad, para ver dónde ha ocurrido" la contaminación.
Por su parte, la ministra de Sanidad y Política Social y de Agricultura, Leire Pajín, informó de que se ha solicitado a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria que se sume a la investigación, para "mayor transparencia y mayor seguridad de todos" y ha querido "dejar claro" que en España en este momento no existe "ninguna" persona afectada por la bacteria, una evidencia de que el foco podría estar en el destino o en la gestión de la mercancía.
También ha recordado que desde el primer momento han colaborado el Gobierno central, las autoridades andaluzas, comunitarias y alemanas que han puesto en marcha los mecanismos para garantizar que los ciudadanos pueden consumir hortalizas y verduras frescas con total seguridad. "Estamos procediendo a la investigación para saber cuál puede ser el origen, bien en el transporte, bien en la manipulación e incluso en el momento de consumo, todos los elementos tienen que ser investigados", ha subrayado Pajín.
El sector hortofrutícola se conjuró ayer contra las especulaciones y se reunió a todas las bandas, con representantes del Gobierno, Coag, UPA, Asaja, Cooperativas Agroalimentarias y Fepex, para solicitar "prudencia".
Las reacciones de defensa hacia la agricultura almeriense llegaron de todos los ámbitos, tanto de la política, con PSOE y PP, a la cabeza, como institucional, con la Cámara de Comercio de Almería como abanderados de la seguridad alimentaria de los productos hortofrutícolas de la provincia.
Una de las empresas señaladas con el dedo alemán como el origen de la contaminación, la cooperativa malagueña Frunet, anunció que ha contratado en Alemania un bufete de abogados y una agencia de prensa para su defensa.
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