Los Guardias civiles acusados de organizar “vuelcos” de droga niegan estos asaltos
Tribunales
Así lo han asegurado durante la segunda sesión de la vista oral que se celebra ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería, dónde el primero de estos agentes destinados en el puesto de Níjar ha declarado, únicamente a preguntas de su abogada, que no hubo ninguna actividad ilegal por su parte
Almería/Los dos guardias civiles que se enfrentan a penas que suman 18 y 19 años de prisión por organizar "vuelcos" de marihuana, robando droga a grupos criminales con el apoyo de una banda, han negado hoy los hechos por los que se les acusa y afirman que “jamás” han participado en un asalto de este tipo.
Así lo han asegurado durante la segunda sesión de la vista oral que se celebra ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería, dónde el primero de estos agentes destinados en el puesto de Níjar ha declarado, únicamente a preguntas de su abogada, que no hubo ninguna actividad ilegal por su parte.
Sobre la interceptación de un camión cargado de marihuana en el polígono de la Venta del Pobre de Níjar el 26 de febrero del 2020, ha dicho que se realizó después de que recibiesen el soplo de un confidente sobre un vehículo de este tipo con matrícula lituana que podía transportar estupefacientes.
Ha incidido en que se introdujo al camión en un callejón “un poco escondido” por “seguridad” para evitar la intervención de coches lanzadera por parte de los narcotraficantes, insistiendo en que hay “cámaras” en todo el polígono, “de principio a final” y es una zona muy “concurrida” en la que era imposible cometer un robo “sin que los vieran”.
Ha señalado que se acercaron dos vehículos, un todoterreno y una furgoneta, apuntando que uno de ellos era de una autoescuela que quería recoger material, y negando que en la furgoneta se cargase marihuana. Asimismo, ha insistido en que se comunicó a los mandos del puesto esta intervención de inmediato, y que no contactó con nadie ajeno a la Guardia Civil.
Tras negar “rotundamente” estos hechos, ha hecho lo propio con un segundo episodio ocurrido el 26 de junio de 2020 en una nave del polígono Santa Olaya de Níjar. En este caso, ha concretado que desde hacía dos años el puesto tenía conocimiento de que en la misma podía haber marihuana.
En esta línea, ha negado que propusiese realizar un vuelco a uno de los acusados que ayer lo señaló como organizador de los robos, o que le entregase una bolsa con uniformidad del instituto armado, añadiendo que conocía a dicho hombre por haberle comprado un coche y que a éste sólo le dio una bolsa con una sudadera.
Ha manifestado que tampoco usó una furgoneta de otro de los acusados para trasladar parte de la marihuana de la nave, sino que el otro guardia civil y él la utilizaron para comprar comida y bebida para una barbacoa en un Lidl cercano y que se aproximaron a la nave para “ver qué movimientos había” porque un confidente había trasladado al puesto que podían estar cortando ya la marihuana.
Con todo, ha dicho que lo avisó un confidente estando en Almería de los “movimientos raros” en esta nave y que por eso alertó a sus compañeros de puesto para que pudiesen actuar y detener a los responsables de la droga.
Sobre otro episodio contemplado por la Fiscalía ocurrido el 11 de julio de 2020 en la provincia de Málaga, ha negado que de forma previa mantuviese una reunión para simular un vuelco, y que si se le geolocalizó en esta provincia en algún momento pudo deberse a que se dedicaba a la compra-venta de coches y hacía viajes a diferentes puntos del país por este motivo.
Ha subrayado que la voz de las grabaciones a diferentes miembros de la presunta trama fuera la suya, y ha puntualizado que no tiene ninguna participación en la empresa Indal Cáñamo SL, aunque sí su mujer, a la que “aconsejaba como pareja”, porque era incompatible con su trabajo como guardia civil. Eso sí, ha defendido que la actividad de la misma era completamente legal.
También ha negado que realizase consultas en las bases de datos de la Guardia Civil para cometer los asaltos.
En la misma línea se ha pronunciado el segundo agente, que ha corroborado los diferentes puntos desgranados por su compañero, indicando que su mujer también tenía una participación en la empresa Indal Cáñamo, que era “completamente legal” y se dedicaba al cultivo de cáñamo industrial.
Este guardia también ha recalcado que en ningún momento se desconectó el sistema de comunicación de los coches patrullas para evitar ser localizados, resaltando que cuentan con un GPS, o que dispusiesen de los conocimientos para ello.
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