Guerra de precios: el problema, en origen
Los principales obstáculos para lograr una buena cotización en el sector agrícola, la escasa capacidad de negociación y la lucha entre las comercializadoras por el cliente.
Cada año se repite la misma historia. Iniciada la campaña hortofrutícola en Almería, hasta que no llega el frío a Europa, la provincia comercializa sus productos muy por debajo del precio que lo hace cuando entra el invierno en el continente europeo, convirtiéndose de esta forma, campaña tras campaña, en la huerta de Europa.
Este es el tópico, pero es real como la vida misma. Y este año, como todos los anteriores, no ha sido una excepción. La campaña comenzó muy pronto, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, producto de alargar el ciclo de verano, lo que provoca que apenas haya descanso ya en los invernaderos, juntándose un curso agrícola con el siguiente, ante la imperiosa necesidad que tiene el campo de obtener ingresos para amortizar sus inversiones y créditos de campaña.
Las organizaciones agrarias ya han manifestado su malestar por esta situación este año, solicitando que entren en funcionamiento las medidas de gestión de crisis de precios, para lo que han repartido miles de kilos en la capital almeriense y también han tirado otros tantos en el Polígono Industrial de La Redonda, en El Ejido, como protesta por el hundimiento de los precios.
Pero... ¿qué se puede hacer para intentar evitar o paliar esta problemática? ¿Por qué cuando hay poca producción en Europa y, por lo tanto, escasa oferta, también se dan situaciones de bajas cotizaciones en Almería?
Al margen de las quejas cuando esto sucede, las organizaciones agrarias tienen clara cuál es la principal problemática que está detrás de este asunto: la falta de capacidad para fijar el precio desde el origen. Así lo explica el presidente de Asaja Almería, Francisco Vargas, que considera que este escaso poder de negociación genera una auténtica "guerra de precios" porque aquellos que "tienen algo de capacidad para fijarlos, que son las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH), lo que hacen es guerrear entre ellas intentando quitarse los clientes vía precios, en vez de unificar cotizaciones".
A su juicio "falta planificación" por parte de las OPFH, aunque reconoce que hay algunas que sí lo están haciendo para poder competir mejor en los mercados ante la gran distribución. Sin embargo, en la mayoría de los casos, es una batalla: "Ofertamos mucho al mismo cliente, ya sean OPFH u otros modelos empresariales no organizados mediante OPFH, lo cual, tira del precio a la baja. También hay que aguanta las cotizaciones lo más bajo posible para 'cargarse' a otros competidores, algo que hacen los más grandes, los que tienen pulmón o músculo financiero", apunta Vargas.
El presidente de Asaja Almería recuerda que las grandes superficies no han querido firmar el Código de Buenas Prácticas y, salvo los periodos de escasez de producto, ellos son los que imponen el precio. "Cuando hablamos de concentrar la oferta, lo mejor sería hacerlo dentro de este Código de Buenas Prácticas, pero se ha quedado guardado en un cajón".
La clave, por tanto, está en la capacidad de organizar la oferta. Y esta descansa sobre las OPFH. "Hay que seguir incrementando el número de OPFH y que los agricultores se organicen a través de ellas para planificar mejor las campañas y unificar precios", continúa Vargas. "Lo que ocurre es que a la gran distribución le interesa que haya agricultores fuera de las OPFH para comprar más barato al margen de estas organizaciones".
Una de las herramientas capaces de dar la vuelta a la 'tortilla' de los bajos precios radica en los mecanismos de prevención y gestión de crisis a través de las OPFH, que son las encargados de plantear la retirada de algunas categorías o incluso la destrucción de género para evitar el desplome de las cotizaciones. Sin embargo, hay OPFH que no quieren retirar producto para no dejar de servir al cliente y no perderlo. En este sentido, Vargas aboga por aumentar los precios de retirada porque "hay margen de mejora en comparación con el precio de coste", dice. Estos niveles los marca la UE a través de la OCM de Frutas y Hortalizas. A juicio de Vargas, cuando se dan este tipo de situaciones es necesario coger fondos operativos de las OPFH para hacer frente a estas ínfimas cotizaciones.
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