Hacienda embarga a un enfermo de sida por no pagar su medicación

El paciente fue tratado en un hospital del SAS sin que su compañía sanitaria diera el visto bueno al tratamiento

José Diez muestra la documentación en el salón de su casa.
José Diez muestra la documentación en el salón de su casa.
Mar París / Almería

20 de diciembre 2011 - 01:00

El embargo de la vivienda en la que reside en el municipio de Roquetas de Mar, la plaza de garaje y la devolución del IRPF. Esto es lo que Hacienda reclama al roquetero José Diez, Guardia Civil jubilado al que diagnosticaron Sida al ir a donar sangre.

Tal y como ha relatado José a Diario de Almería, todo comenzó en el año 2007 cuando acudió a un centro del SAS de la provincia de Jaén a donar sangre. Fue entonces cuando los médicos del centro de transfusión le remitieron a la unidad de infecciosos del hospital de Jaén, donde empezó un tratamiento. "Iba a un centro de salud a recoger mi medicación y además al hospital del SAS a pasar consulta de forma periódica".

En ningún momento el guardia civil detalló que su cobertura sanitaria correspondía a la compañía Asisa, ni el Servicio Andaluz de Salud informó al paciente de que su tratamiento tuviera coste alguno. La sorpresa llegó cuando, unos meses más tarde, la Consejería de Salud le reclamó 5.600 euros por los medicamentos que le habían ido administrando durante nueve meses. "Es muy descarado que hagan esto conmigo". "Yo fui a donar sangre sin sospecha alguna de ser seropositivo y años después me van a quitar mi casa". Según ha relatado el propio paciente, "desde el primer momento me dijeron que las medicinas eran totalmente gratuitas y no entiendo por qué posteriormente me pasan una factura".

El abogado de José, Fernando Osuna, es el que lleva más de tres años luchando en los tribunales. "Está claro que no es el que debe pagar la factura". "Sin embargo, es él quien recibió la carta en la que se le comunicaba la deuda y por eso ha demandado al SAS". El juicio entre José Diez y el Servicio Andaluz de Salud estaba fijado para el pasado martes día 13, en el que la vista quedó suspendida a petición del representante legal de la Junta, quien solicitó la comparecencia de un representante de Asisa y del Isfas. Pero esto no va ser tarea fácil.

Por un lado, la compañía piensa que sus médicos no han sido quienes han prescrito los fármacos, que nadie les avisó de que su asegurado tenía Sida ni que se estaba tratando en el SAS. El Instituto Social de las Fuerzas Armadas, (Isfas), organismo que gestiona el Régimen Especial de la Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil tampoco se ha hecho cargo del asunto. Actualmente, es la Cínica Mediterráneo de Almería la que suministra los fármacos al enfermo.

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