Pues tuvieron bastante buen ojo para elegir el día del viaje, el más fresquito de toda la semana. Y es que la Hermandad del Rosario del Mar tenía programado desde hacía un mes el viaje religioso-turístico a Guadix el sábado día 1 de julio para realizar varias visitas culturales, degustar la buena gastronomía accitana y, sobre todo, para pasar un estupendo día de convivencia entre los hermanos.

Un autocar se llenó con previa reserva. Pero (siempre hay un pero) el fuerte calor que reinó durante toda la semana les hizo dudar en algún momento si había elegido la fecha adecuada. Y resultó que sí. Aquel día, el vientecillo sopló de poniente y refrescó el ambiente, no superando la temperatura los 30ºC que no está mal para el calor que suele hacer en Guadix en estas fechas veraniegas.

Los viajeros madrugaron bastante para ser sábado y a las 9 salían de la puerta del colegio La Salle. En algo más de una hora llegaron a la vecina localidad granadina donde los estaba esperando Natividad, la guía que los iba a acompañar durante toda la jornada sabatina. La primera actividad fue cambiar de medio de transporte: del autocar al tren... turístico en el cual realizaron un interesante recorrido por la localidad hasta llegar al Mirador, donde realizaron las tradicionales fotos, una de las cuales reproducimos. También pudieron visitar las típicas casas cuevas de la zona, algunas de ellas aún habitadas en algunos momentos del año, notando lo fresquitas que resultan en verano.

Los hermanos del Rosario del Mar en el Mirador de Guadix

Tras finalizar la ruta en el tren, fueron directamente a la Catedral y asistieron a la exposición The Mystery Man, una muestra itinerante en la que se recogen y exponen elementos de cinco años de estudio sobre la Síndone, popularmente conocida como la Sábana Santa de Turín. Les llamó especialmente la atención la majestuosa reproducción hiperrealista del hombre que fue envuelto en la Sábana tras su muerte, quizá Jesucristo.

La temperatura iba subiendo y lo aconsejable era ya ir a almorzar en la plaza de la Constitución en el restaurante Liceo donde previamente habían efectuado la reserva los hermanos del Rosario del Mar. Evidentemente, la comida transcurrió en un ambiente de alegría y desenfado, con bromas y comentarios sobre las visitas que habían realizado. Y tras la comida, regreso a Almería.