Almería

La lucha por ser Hermano Mayor podría llegar a Roma

  • El seno de la hermandad de la Virgen del Carmen está dividido en dos sectores: el del cura Alberto Pelegrín y la lista rechazada por él que encabeza Eloy Vicent

Pese a que el Obispo de Almería, Adolfo González Montes, cumpliera escrupulosamente su palabra de convocar elecciones tras las fiestas de julio en el seno de la hermandad de la Virgen del Carmen de Aguadulce para acabar con la división interna abierta antes del pasado verano, parece que estos comicios no van a servir para apaciguar los ánimos de los dos sectores, sino para dividir definitivamente al pueblo y los fieles.

La razón de esta nueva crisis es el rechazo de la autoridad eclesial a aceptar la candidatura presentada por el grupo que se opone a la gestión del párroco, Alberto Pelegrín.

Hasta ahora una junta gestora regía los destinos de la hermandad y las elecciones convocadas por el Obispo debían cerrar las discrepancias, pero el rechazo de la lista presentada por Eloy Vicente Fernández Ojeda, aceptándose sólo la candidatura oficial de Juan Mullor Torres, hace que el sector nuevamente rechazado esté dispuesto a llegar a las más altas instancias eclesiásticas e impugnar todo el proceso electoral si no se demuestra que son válidos los argumentos que se han dado para rechazar su candidatura.

Fernández ha denunciado que el vicario episcopal Manuel Pozo y el párroco de Aguadulce son los responsables de no admitir la lista en la que él se presenta al cargo de Hermano Mayor, "y se ha hecho caso omiso a las órdenes que dio el Obispo para el proceso electoral. Han hecho lo que han querido. En la reunión con el Obispo se dijo que podían ser candidatos y votar todos los hermanos mayores de 18 años, que estuvieran casados por la Iglesia, fueran cristianos y tuvieran las cuotas al día y que el consiliario no rechazaría ninguna de las candidaturas con esas condiciones". Según esta fuente, una de las condiciones que se ha impuesto para las elecciones ha sido la imposición de medallas de la hermandad, una medida contra la que se ha presentado alegación "porque no consta ni en los estatutos ni en las normas diocesanas". Además hay un censo doble, con uno entregado al vicario episcopal del que tengo una copia firmada por él, y otro que tienen ellos, habiéndose mandado cartas a personas fallecidas. Se da la circunstancia que aparecen en el censo menores de edad y otros que son hermanos de toda la vida, no aparecen. Hemos hecho las alegaciones y todavía no nos han contestado y si no lo hacen tengo derecho a impugnar las elecciones", argumenta Fernández. La candidatura rechazada afirma que al no haber encontrado motivos para anular la lista ni en los estatutos ni en las normas diocesanas se han basado en el derecho canónico.

La situación en el seno de la hermandad es por tanto más grave ahora que cuando estalló la división, antes del pasado verano. "Nosotros no hemos rechazado la fe católica nunca, estamos muy orgullosos de ser cristianos y tendrán que demostrar lo contrario. Lo único malo que hemos hecho, según ellos, es haber rebatido todo lo que ellos no han hecho bien". La vicaría tenía que haber puesto medios y pararle los pies al consiliario de Aguadulce. El Obispo ha cumplido su palabra y se ha portado como un señor, pero no lo han hecho en la vicaría episcopal".

Por otra parte argumenta esta fuente que la parroquia afirma que ha desaparecido el censo electoral expuesto en el tablón, por lo que estaría en la sacristía.

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