Hermoso de Mendoza cierra el ciclo de charlas del Aula Taurina

Almería taurina

La visita de los alumnos al campo de Algeciras a la ganadería del hierro mítico de Carlos Núñez en tierras gaditanas está prevista para los días 18, 19 y 20 de mayo

Hermoso de Mendoza durante su charla en el Aula Taurina de  la Universidad.
Hermoso de Mendoza durante su charla en el Aula Taurina de la Universidad.
Benjamín H. Montanari / Almería / Benjamín H. Montanarí / / Crítico Taurino

13 de mayo 2012 - 01:00

Última charla en el Aula Taurina. En esta ocasión el estellés Pablo Hermoso de Mendoza (1966). Es en 1981 cuando presencia en televisión una de rejones con Vidrié, Álvaro Domecq hijo y Moura y queda fija en su mente la idea de ser figura del rejoneo sin escatimar esfuerzos y sacrificios hasta lograrlo.

Defiende que el verdadero toreo a caballo se centra en tres pilares fundamentales: torear de salida, tocar en los cites y ligar las suertes.

Aseguró durante la charla que la fiesta de los toros "molesta tanto porque la mostramos" y que lo que "duele" a quienes critican la fiesta es que los taurinos "no son hipócritas". "Toreamos al toro, lucimos su vida, su bravura y lo sacrificamos frente al público. En el matadero, la gente piensa que los animales no sufren porque no los ven. Sin embargo, hablan del sufrimiento del toro, que ha vivido cuatro años salvaje, que jamás ha sido humillado, que nunca ha sido sometido. Que cuando llega la plaza, a un hábitat que no es el suyo, evidentemente siente estrés, pero empieza a pelear contra un enemigo insignificante para él: persigue a un trapo que huye en todo momento, o a un caballo muerto de miedo. Y cuando llega el desenlace final, se ve muerto sin haberlo visto venir en ningún momento. Si me preguntaras cómo preferiría morir si fuera un animal, sin dudar diría que como un toro bravo", apuntó el rejoneador en uno de los momentos de la animada charla mantenida con el crítico vasco Alfredo Casas en la que revisaron su tauromaquia, su cuadra y su trayectoria con los matices de las distintas plazas del mundo en las que ha hecho el paseíllo y la identidad de sus públicos.

Manifestó su interés en implantar el rejoneo en Colombia y consolidarlo en México. "Ha habido una transformación en el toreo desde que empecé, grandes cambios técnicos y culturales por parte del público, que conoce mucho más lo que se hace en la plaza y que lo valora y lo exige". De las diferencias encontradas en los encastes en esos países apunto que "en México, el toro (fundamentalmente Saltillo) tiene largo embiste pero siempre muy despacio, tanto que, a veces, te da la sensación de estar frente a un toro manso. El colombiano Parladé y cruzado entre Murube y Santa Coloma) es mucho más rápido y me ha llegado a poner en aprietos. De una movilidad tremenda, con la emoción del toro antiguo de España. Aguantar esos embistes ha sido todo un reto. Allí he encontrado otro filón importante para mi carrera", reconoció.

Carrera en la cima desde hace casi dos décadas a punto del 25 aniversario de su alternativa superando los 1.600 paseíllos. Finalizó el acto con un intenso debate de rienda suelta donde se pusieron sobre la mesa aspectos tan peliagudos como el G-10, la realidad de la afición, de lo políticamente correcto que provocaron fuertes reacciones de aprobación entre el público asistente. Excelente el nivel del Aula que se cierra gracias a la inteligencia de Aguado, Capea y Mendoza.

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