Histórico pregón rociero a dúo lleno de sentimientos y amor a la Blanca Paloma

La Hermandad del Rocío de Almería vivió ayer uno de sus días grandes. Esos que se quedan para las efemérides de la corporación. Y es que tres décadas pregonando a la Blanca Paloma no se cumplen todos los días. La ocasión del trigésimo Pregón Rociero requería que fuese especial y así ocurrió. Por primera vez en la historia, el pregón se realizó a dúo, siendo pronunciado por los hermanos Ángel Javier y Manuel López Jerez los que levantaron los aplausos del público que asistió al Teatro Apolo con su bella exaltación. El acto, que comenzó a las 12:00 de la mañana, contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, y los concejales de cultura y de fomento. La Hermandad de Garrucha, con su nuevo Hermano Mayor, Jorge Carmona, a la cabeza, y la Asociación de Roquetas se sumaron a la cita. La presidenta de la Agrupación de Cofradías, Encarni Molina, y otros hermanos mayores de la capital también se dieron cita en el Apolo, al igual que el pregonero del pasado año, Cristóbal Cervantes.

Como viene siendo habitual en los últimos años, Alfredo Casas fue el mantenedor del acto. Tras dar la bienvenida a todos los asistentes cedió la palabra al presentador de los pregoneros, José Haz Rodríguez. El hermano de la corporación y cuñado de los pregoneros, presentó a los mismos con gran emoción al recordar que estos "son los que me han enseñado lo que es El Rocío", indicó. El presentador leyó un extracto de 'Platero y yo', en el año en que cumple su centenario, con el que introdujo el acto y dio palabra a los hermanos López Jerez. El pregón comenzó, como mejor podían hacerlo los pregoneros, cantando. 'Los Jerez', como de forma cariñosa se les conoce, empezaron el mismo con el canto de leyenda de la aparición acompañados de un grupo compuesto por una guitarra, un bajo, un saxofón y una batería. Tras ello, tomó la palabra Manuel López para dar la bienvenida protocolaria a todos los asistentes. Manolo hizo un breve repaso por la historia de su carriola del 'Tamboril' mencionando a todos los que han pasado por ella y se emocionó, por primera vez en la mañana, al hablar de su compañera la cual 'ha dejado todo en Argentina por estar aquí, conmigo', relató.

Los pregoneros comenzaron con la exaltación a la Reina Almonteña mencionando, precisamente, a otra Reina, la Virgen del Mar. Ángel y Manuel empezaron sus respectivas lecturas poniéndose bajo el amparo y protección de la Patrona de los almerienses. Cantando, esta vez a la Virgen del Mar, dieron paso a la lectura de sus vivencias en torno a la Virgen del Rocío. Los dos hermanos prosiguieron con su pregón lleno de amor a la Virgen María y plagado de sentimientos hacia la Reina de las Rocianas, la Madre de los rocieros. Apoteósico fue el aplauso que sonó tras la sevillana dedicada por los pregoneros a todos los hermanos mayores y juntas directivas de Almería y su provincia "por el trabajo incansable de éstas, día tras día", indicaron.

Ambos hermanos hicieron un breve repaso por su dilatada trayectoria rociera. Ángel López recordó su primer Rocío, en 1990, y narró las circunstancias que le llevaron a marchar hacia Almonte aquel año. Manuel hizo lo propio, añorando su primer Rocío que fue justo un año después del vivido por su hermanos, en 1991, el cual "fue el que me metió en este bendito mundo y siempre le estaré agradecido", dijo.

Emocionante fue la canción leída por Rocío, hija de Manuel, que con tan solo 8 años leyó desde el escenario y que compuso ella misma. El público volvió a rugir el Apolo con sus aplausos. Los hermanos recordaron a muchos miembros de la hermandad y a otros que no están, rindiéndoles un homenaje en forma de canción. También hicieron un repaso por la salida de carretas de su Hermandad de Almería y por el Camino hasta la Blanca Paloma, emulando lo que vivirán a partir de este próximo sábado y lo que llevan vivido más de 25 años. El pregón terminó con el canto de la Salve. Tras la entrega de recordatorios a los pregoneros por el Hermano Mayor, comenzó la actuación del Coro de la hermandad, que interpretó: 'Cántiga número 100' (junto a la Escuela de Tamborileros), 'La encontré', 'Se va, se va', 'Varita de romero', 'Verás que vuelves', 'Me despertó el tamboril' y 'La Salve'. El acto concluyó con la entrega de recordatorios por parte del Coro. Posteriormente fue el almuerzo en el Club Hípico.