Religión

Los 120 años de la Iglesia de San José, resumidos por Ginés Valera

  • La ponencia inaugura los actos con motivo de San José Obrero que organiza la iglesia y que culminarán con la procesión del día 1

Ginés Valera explica a los presentes los pormenores de la conferencia.

Ginés Valera explica a los presentes los pormenores de la conferencia. / Javier Alonso

La Iglesia Parroquial de San José celebra estos días, vísperas de la festividad litúrgica de San José Obrero, una serie de actos conmemorativos de su patrón. Antaño eran unas fiestas que gozaban de gran predicamento en toda la ciudad pero el devenir de los tiempos ha hecho que ya no sea posible ocupar toda la zona del Barrio Alto, calles incluidas, con atracciones y casetas y han perdido un tanto de su esplendor.

Como hemos dicho, la parroquia, ubicada en la bifurcación entre la Rambla y el Camino de los Depósitos, celebra varios actos. Comenzaron ayer miércoles con la conferencia de Ginés Valera titulada ‘Historia de la parroquia de San José.’ A ella seguirá el Solemne Triduo entre los días 28 a 30 del corriente, así dividido: 19.30 h. Santo Rosario y Ejercicio del Triduo; 20 h. Santa Misa. Precisamente hoy jueves 28 participará el Coro ‘La Guardia de Dios’.

El día grande será el domingo 1 de mayo, Solemnidad de San José Obrero. A las 19 h. tendrá lugar la Eucariatía, a la que seguirá la popular procesión de la Sagrada Imagen por las calles y plazas del Barrio Alto.

Asistentes. Asistentes.

Asistentes. / Javier Alonso

Ayer miércoles dieron comienzo los actos con la conferencia de Ginés Valera. Estuvo dividida en dos partes. En la primera comentó la génesis de la parroquia de San José hacia 1900, cuando la Iglesia de San Sebastián, situada extramuros de la ciudad rodeada de huertas, no era ya suficiente para prestar asistencia religiosa a los obreros del Barrio Alto, cada vez más poblado.

Céntimo a céntimo el párroco Antonio Alonso consiguió reunir entre los vecinos el dinero para levantar en 1903 en unos terrenos que pertenecían a López Rull junto a los depósitos, un templo neogótico con una sola torre proyectado por el arquitecto diocesano Enrique López Rull. Fue bendecido ese año por el Obispo Santos Zárate. Saqueado e incendiado en la guerra civil, quedó muy deteriorado hasta su restauración en 1942 por Guillermo Langle. Pero el barrio creció con nuevas promociones como las populares ‘casitas de papel’ y las viviendas de Sindicatos ‘Alejandro Salazar’, ‘Onésimo Redondo’ y ‘Fructuoso Pérez’ y el templo se quedó pequeño.

Por ello en 1976 siendo párroco Antonio Sánchez Segovia fue demolido y construido un gran complejo parroquial que costó 12 millones de pesetas, sufragadas por suscripción popular. El nuevo templo responde al estilo arquitectónico de los años setenta, proyectado por Javier Peña según el gusto postconcilial, con hormigón, vigas de hierro y ladrillo visto, alejado de cualquier tentación neobarroca.

En la nueva Iglesia están expuestas al culto unas interesantes imágenes talladas por el imaginero granadino Sánchez Mesa: San José y el Niño Jesús, una Inmaculada, un Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen del Carmen y el Cristo del Perdón, precursor de la Hermandad Juvenil que se gestó en la SAFA.

También se veneran imágenes de San Félix, de Juan Pablo II y del Obispo Diego Ventaja. En la capilla del Stmo. Sacramento se conserva un magnífico mural de Miralles y una pequeña talla de la Virgen de los Dolores que perteneció a la beata Dolores Sopeña. Entre las pinturas destacan dos de Raúl Berzosa situadas en el Altar dedicadas al sueño de San José y el Bautizo de Cristo en el Jordán, junto a la preciosa pila bautismal.

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