Imputado el jefe de artificieros por la explosión que mató a tres militares
La Fiscalía hace referencia a un presunto delito de extralimitación en el ejercicio del mando
El Juzgado de lo Togado Militar Territorial 23 ha imputado al jefe del Servicio de Desactivación de Explosivos de la Legión (Sedex), el capitán J.L.C.P., en el procedimiento abierto para depurar posibles responsabilidades penales por la deflagración del 20 de mayo de 2013 en la base 'Álvarez de Sotomayor' en la que fallecieron tres artificieros.
La imputación por un presunto delito de extralimitación en el ejercicio del mando, por la que ya ha prestado declaración en sede judicial, deriva del informe del fiscal, quien solicitó la elevación de la causa a sumario tras concluir que fue él quien supuestamente dio la "orden de depositar" dos proyectiles que habían quedado "sin desactivar" durante unas prácticas previas en "las dependencias-nave-almacén" de los Sedex. Considera que lo habría hecho "pese a ser conocedor" de que el citado "habitáculo no reunía las condiciones mínimas de seguridad para el depósito de este tipo de material" y con la "intención" de que permaneciera allí hasta las 15:00 horas de ese día, "momento en el que pensaba iniciar los trámites de devolución de los explosivos al polvorín de la unidad".
El relato de hechos del Ministerio Público indica que estaban previstas en aquella fecha las prácticas de desactivación de "cuatro" explosivos. La Unidad integrada por el jefe de Desactivación de Explosivos, dos brigadas y dos sargentos realizaron las prácticas que habrían finalizado a las 13:30 horas "sin novedad, si bien (matiza) con la peculiaridad de que no desactivaron la totalidad" de estos explosivos.
La investigación, que adelantó ayer el diario 'El País', apunta que una vez que el equipo del Sedex llegó a "las dependencias-nave-almacén", comenzaron presuntamente a descargar el equipo de cada uno de ellos, "así como los proyectiles sin desactivar, introduciéndoles en la nave por la orden del teniente J.L.C.P.". Detalla el fiscal en su informe que, sobre las 14:00 horas, el jefe de la Unidad habría "abandonado la nave" mientras que el brigada Manuel Velasco, quien falleció en la explosión, supuestamente "se encontraba desmontando, como medida de seguridad preventiva toda vez que el habitáculo no era apto para albergar los explosivos, la espoleta del proyectil de 105 milímetros a fin de guardarla en una caja fuerte". Al hilo de esto apuntilla que el resto del personal se encontraba mientras en "otros cometidos".
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