Indalo S.A.
Almería
Tres cuartos de siglo después del éxito del Movimiento Indaliano en Madrid, innumerables empresas almerienses usan el indalo como nombre o logo
Este año se cumplen tres cuartos de siglo del gran éxito de la cultura almeriense en Madrid. Como evocaba José Andrés Díaz en su libro “El Indal”, la presencia de artistas y creadores bajo el paraguas del “Movimiento Indaliano” fue un auténtico espaldarazo para demostrar que Almería existía y era cuna de virtuosos en muchas facetas artísticas.
Aquellos hombres, de la mano de Eugenio d'Ors y animados por Jesús de Perceval (1915-1985), emplearon el indalo como símbolo común de sus inquietudes y protagonizaron exposiciones, conferencias y diversos actos en la capital de España en un hito increíble. Pero jamás pudieron llegar a pensar que, precisamente, su logotipo se convertiría, 75 años después, en logo, nombre o santo y seña de infinidad de empresas, sociedades, firmas y compañías almerienses.
Durante los cuarenta y cincuenta del XX, el indalo o lo “indaliano” era patrimonio de los mojaqueros y de ellos y, precisamente por eso, cuando alternaron sus dotes artísticas con los negocios, ya a partir de los sesenta, volvieron a desplegar el indalo como referente, como logo, como apelativo. Los ejemplos más visibles fueron, en la capital, el Hotel Indálico y en Mojácar el Hotel Indalo, de Francisco Haro Zamora y su esposa Lina Pérez Montoya, “La Fragüera”, inaugurado en octubre de 1962.
El Hotel Indálico lo ideó y construyó el pintor Francisco Capulino-Lanuza Pérez, “Capuleto”, (1928-2009) en 1967. Con cien habitaciones y 186 plazas, fue inaugurado por el ministro Manuel Fraga el 28 de abril de 1968. Sus salones protagonizaron muchas sesiones de las tertulias Indaliana y Celia Viñas y otros eventos culturales. Los ciudadanos más veteranos recordarán el gran letrero con el logo y el nombre del establecimiento que había en el cauce de la Rambla, a la altura de la calle Dolores Rodríguez Sopeña. Muchos niños vieron por primera vez un indalo gracias a ese rótulo publicitario. También el indaliano Miguel Cantón Checa (1928-2003) trasladó el tótem a su negocio de arte en la calle General Tamayo. Recurrió a un dibujo, simple y limpio, como logo de “Argar”, otro nombre netamente almeriense. Lo hizo desde su inauguración el 13 de julio de 1982, hace 40 años.
En los setenta, otros empresarios se entusiasmaron con las posibilidades simbólicas que ofrecía en el indalo y adaptaron el nombre y el dibujo a sus negocios. En la calle Amapola estaba la inmobiliaria Indalia S.A; en la calle Altamira, 8, abrió Indalor, un almacén de corsetería; en Aguadulce existía antes de la democracia la empresa Indálica de Servicios, que se dedicaba al alquiler de apartamentos y chalets amueblados en la urbanización. Terrazos Madrid, distribuidor de Paviteco, usó el indalo en el logotipo de la empresa, en 1976 era visible al atravesar la carretera de Níjar, en Los Partidores. Otra empresa, Viajes Indamar SL difundía en 1977 su indalo de diseño con cinco rayas paralelas; la oficina se encontraba en el Paseo, 73, y se promocionaba con la desconocida idea de hace 45 años de que los billetes de barco, avión o tren se podían adquirir sin recargo. En La Puebla de Vícar y en Venta Gutiérrez, en 1979, funcionaba Autoescuela Indalo, con un distintivo inspirado en el símbolo.
El indalo se iba extendiendo como una mancha de aceite por la provincia, aunque Mojácar lo promocionó más a nivel turístico. En 1981 comenzaron a construirse los apartamentos de Pueblo Indalo, que el 15 de junio de 1983 alojaron a los primeros turistas europeos. El verano siguiente aparecieron por el complejo Albano y Romina Power, cuando todavía tarareaban canciones de amor, y actuaron artistas como José Luis Perales, Camarón de la Isla, El Lebrijano o Tomatito.
Los ochenta y noventa supusieron la explosión del nombre comercial indalo y su rediseño como imagen corporativa en innumerables actividades. Indal Jazz, de Paco Rivas, desde 1986; Indalo Motor y sus coches Seat en La Cepa; Indal Fitosanitarios en Balanegra; Indal armario; Cadena Indal de radio y TV; los pescados de Indalpesa; Indaclasic villas; Indal Tec Ibiza; Indalim, fundada en septiembre de 1992; Indalpizza; las cervezas de Estrella Indal; Indalregalos en la calle Arquitecto Guillermo Langle; Indalcongress, creada en 1994 o el Club de Tenis Indalo de Pechina, ideado en 1986, y donde el entonces número uno mundial Iván Lendl disputó un partido de exhibición en mayo de 1988. También el proyecto de energía solar “SSPS” de la plataforma de Tabernas usó el indalo en el logo empleado por las nueve naciones que aportaron la inversión.
Los primeros años del XXI han servido para la consolidación de la tendencia del indalo en nombres del registro de propiedad industrial y para el despegue comercial de muchas sociedades que en el XX optaron por el tótem almeriense: Indalarte Turismo Cultural; el logo de las reparaciones de maquinarias de Francisco Javier Ruiz; los helados de Indalgelat; las dentaduras postizas de Indálica de prótesis dental; las telas de Indalmalla; las gafas de Indalóptica; Indasa suministros eléctricos o los alimentos de Indalqués.
Indalo con apellido británico
Durante los últimos años se ha detectado una tendencia curiosa en eso de usar el indalo como nombre comercial. Aun siendo empresas con capital nacional y sede social en la provincia, en el nombre se añade “un apellido” con la actividad de la sociedad, pero en inglés. Así, el “Indal” aparece acompañado de innumerables referencias al vocabulario británico según el tipo de trabajo que ofrecen a la sociedad: los llamativos coches eléctricos para niños de Indalchess, en Vícar; las clases particulares de Oxford Indálica; las casas de Indal House; los mármoles de Indal Artstone de Macael; las piscinas de Indalpool; las fotocopias de Copyndalo; las reparaciones de vehículos de Indal Hidrotrack; el grupo Indal View, de Francisco Brabezo; las puertas de Indalo Automatismos; los móviles de Indal Phone; los cepillos para el pelo de Indalclips o las instalaciones deportivas de Indal Soccer e Indal Sport.
Empresas vinculadas al sector de la potente agricultura almeriense también han acogido el indalo como seña de identidad: Agroindalo, en Berja; Hortindalo de Miguel M. Molina; Indalsur de Viator; Ecoindalo y sus instalaciones de agua; Indal carretillas de Huércal; Indaldynamic en Fernán Pérez (Níjar) o Indalorganic de El Parador.
Al igual que asociaciones y colectivos de profesionales y de vecinos: Indalo foto; el edificio Indalo de la calle Manuel Azaña; Bio Indalo, Indajuris Abogados; Indal Podólogos; Indalajer o Costa de Almería, cuyo emblema parece que cae en paracaídas…
Aunque ¡ojo! igual que Málaga nos hurtó el lema de Costa del Sol, inventado aquí, con el indalo corremos el mismo peligro. Tendrán todos los parabienes legales, pero ya hay sociedades y empresas que tienen su sede social y fiscal en la otra capital mediterránea y llevan el indalo por bandera. Para contrarrestar tenemos al escudo de la UD Almería, que ha motivado que los periodistas deportivos nacionales identifiquen a los aficionados rojiblancos como indálicos. Y todo por aquellos artistas almerienses que hace 75 años triunfaron en Madrid.
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