Inocencio Arias y Encarna Sánchez se quedan sin luz
El robo de cableado (cobre) deja a calles repartidas por toda capital sin electricidad Alertan del aumento de expolios desde hace dos meses
En la Cañada de San Urbano, barrio de la capital almeriense, hay dos calles que llevan cerca de una semana sin luz, las de Encarna Sánchez e Inocencio Arias. ¿El motivo? Los ladrones. La moda de arrancar el cableado eléctrico para apropiarse del cobre sigue al alza y a estos mangantes no les importa que las calles se queden sin ningún tipo de iluminación más que la asoma desde las ventanas de las viviendas o la que generan los vehículos a su paso. Les da igual, otros vienen después. "Se están produciendo robos en viviendas", manifiestan vecinos de la zona.
El caso es que esta no se la única zona donde se han producido este tipo de delitos en las últimas fechas. Según fuentes municipales y del propio Servicio Municipal de Alumbrado Público, los amigos de lo ajeno (en este caso del cobre o las arquetas) han aumentado su actividad durante los dos últimos meses. Ahora, el Ayuntamiento de Almería es el que tiene la pelota en su tejado, pero se ha visto sobrepasado porque La Cañada no es la única zona donde se han producido robos, ha habido en barrios como El Quemadero o incluso en el mismo centro de la capital, cuando normalmente se suelen realizar en zonas que están poco vigiladas o alejadas del bullicio del centro, pero ya nada se escapa a la mano de estos ladrones. Calles enteras a lo largo de la ciudad se encuentran sin luz. El Consistorio debe ahora hacerse de unos metros de cableado de los que no dispone y debe encargar. Aunque fuentes municipales apuntan que ya han comenzado a trabajar en el arreglo de estos desperfectos producidos por la mano humana lo antes posible.
Según datos aportados por el Ayuntamiento de Almería, durante 2012 se robaron más de 10.000 metros de cobre, lo que supuso para las arcas municipales un desembolso extra de casi 100.000 euros y puntos de la capital sin luz durante algunos días. En 2010, los euros que costó al consistorio el robo de este material fueron 30.000, lo que indica el aumento progresivo de este tipo de metal.
El ejemplo más claro del daño que supone este tipo de prácticas se produjo en Zurgena, donde el robo de 400 metros de cable de cobre deja sin luz a varias viviendas. En la provincia de Almería, este tipo de robos han perjudicado sobre todo al campo, en especial a los invernaderos. De ahí que la Subdelegación del Gobierno haya tenido que tomar medidas para aliviar las consecuencias y realizar trabajos que consisten en la prevención y con una mayor vigilancia.
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