Investigan el suicidio de una sanitaria obligada a incorporarse de una baja

Trabajaba en Torrecárdenas y la familia cree que hubo "mobbing" laboral

Su marido ha reclamado los vídeos de las cámaras del centro

Complejo Hospitalario de Torrecárdenas, en el que
Complejo Hospitalario de Torrecárdenas, en el que / Javier Alonso
Miguel Martín

12 de enero 2017 - 02:34

Marisol acumulaba décadas de experiencia a sus expaldas. Sin embargo, el viernes 9 de diciembre del año pasado, esta enfermera del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario de Torrecárdenas decidió acabar con su vida el mismo día en el que se incorporaba de una baja, a pesar de que aún tenía pendientes pruebas médicas y haber permanecido casi dos años fuera del centro por un presunto caso de "mobbing" laboral.

Tras su muerte, la Policía Nacional acudió al lugar tal y como establece el protocolo establecido para el levantamiento de cualquier cadáver y el asunto quedó en manos del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería. Lo normal en cualquier otro caso de suicidio es que las diligencias previas se hubiesen cerrado hace tiempo, pero no ha sido así en el de Marisol, debido principalmente a la insistencia de su familia.

La mujer aseguró haber sido agredida verbalmente por un superior en el hospital

El marido de Marisol se ha puesto en manos el abogado José Ramón Cantalejo, que ya se ha personado en la instrucción y solicitado como primera medida el contenido de las cámaras del Complejo Hospitalario de Torrecárdenas de ese día. El letrado también solicitará al juez que llame al declarar al mando que supuestamente agredió verbalmente a la enfermera, así como a los que trabajaban aquel día y los testigos de lo ocurrido.

El esposo de Marisol relata cómo todo comenzó el 30 de diciembre de 2014, durante el turno de tarde, cuando su mujer solicitó un refuerzo a su superior y éste "cometió una agresión verbal" contra la mujer, que sumado al "gran estrés laboral" de aquella jornada en concreto derivó en una crisis hipertensiva de la que fue atendida en Urgencias. Cuando recibió el alta informó al jefe de guardia y regresó a casa, no sin antes volver a ser increpada por el mismo superior que antes la había "agredido verbalmente".

"Estaba muy mala. Hizo una declaración jurada de lo ocurrido y se la entregó a la gerente de Torrecárdenas. Fue llamada por burofax y mantuvo una reunión con los jefes, encuentro del que volvió peor porque nadie le pidió disculpas en ningún momento, se sintió muy dolida", dice su marido. A Marisol se le hizo una ecocardio que demostró y una prueba de esfuerzo que concluyeron que no sufría del corazón, pero al recordar lo ocurrido, "se le elevó la tensión y sufrió una crisis de taquicardia".

Posteriormente pasó por Salud Mental y se le realizaron distintos exámenes que concluyeron "que había sufrido un daño, un trastorno adaptativo del trabajo que le había creado una crisis de ansiedad y depresión, concluyendo todos los expertos que este problema no estaba resuelto.

Marisol continuó de baja hasta que en mayo del año pasado recibió una notificación por carta que le comunicaba que estaba de alta. "Ella no podía ir más a Torrecárdenas y pidió todas las vaciones, días de asuntos propios y permisos sin sueldo que tenía...", relata su marido. Así hasta llegar a finales de noviembre, cuando agotó todas estas alternativas. En este tiempo, Marisol y su pareja habían intentado todo lo posible para cambiarla de centro y buscar soluciones, sin resultado.

Aún sin superar la "depresión y ansiedad" que sufría, recibió una nueva baja a causa de un túnel carpiano. Marisol se encontraba a la espera de un estudio neurofisiológico para determinar si se podía operar su mano cuando recibió una nueva carta que le trasladaba que había recibido el alta. "Su problema real era la depresión y se vino abajo, el recibir esta carta fue el detonante total de su muerte".

Marisol tenía también pendientes dos juicios en el ámbito laboral, uno que debía celebrarse el pasado 10 de enero por lo que siempre consideró un alta improcedente, y otro porque nunca se consideró que su enfermedad fue consecuencia de un accidente laboral. Esta información, junto a su declaración jurada y el resto de documentos de altas e informes médicos están ya en manos del juez Soriano, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, para que decida junto a las declaraciones, si se ha producido algún tipo de irregularidad.

Informes médicos que hablan de depresión

Marisol fue sometida a diversas pruebas y estudios psiquiátricos y psicológicos durante los dos años que transcurrieron desde la supuesta agresión verbal a su muerte. En algunos de ellos se puede leer que sufre de "ansiedad y estrés postraumático", sintiéndose "tratada de manera poco equitativa". Otro de los test arroja una "elevada incidencia de estrés laboral en aspectos específicos del trabajo". También se registró una "hiporexia por inapetencia y secundaria ansiedad con pérdida ponderal de 10 kilos e insomnio global". Este mismo documento recoge que estos síntomas están ligados a su trabajo porque aquellos ámbitos relacionados con su familia, pareja, ocio y relaciones sociales no se habían visto afectados, añadiendo que la misma no tenía antecendentes psicopátologicos de forma previa a esa fecha.

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