El Jardín Botánico 'El Albardinal' acoge un taller de cestería
A través de la Asociación 'Gaia', los asistentes aprendieron a elaborar sus propios cestos y tamizos de mimbre y esparto
El pasado fin de semana el taller Encéstate, organizado por la Asociación Gaia, llenó el Jardín Botánico El Albardinal, en Rodalquilar, de cestas de mimbre y esparto.
El taller acercó a los participantes al mundo de las plantas y los usos tradicionales de la zona, en particular del esparto. Los asistentes aprendieron a fabricar sus propias cestas y tomizas en una lúdica jornada.
El mimbre es una fibra vegetal que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces y que se teje para crear muebles, cestos y otros objetos útiles. El esparto pertenece a la familia de las gramíneas como la cebada o el trigo, es de secano y su característica principal es la perdurabilidad en el terreno, sus hojas largas y finas, y sus espigas en forma de penacho. Hasta bien entrado el siglo XX esta planta tenía una enorme utilidad, empleándose en la fabricación de utensilios de labranza, trilla, labores del hogar, aperos para animales, etc.
Para elaborar sus propias cestas, los participantes utilizararon medula de bejuco o fibra vegetal de dos tamaños; los radios más gruesos y la fibra fina para trenzar . En primer lugar, en barreños con agua introdujeron la fibra vegetal hecha rollitos durante una hora. Después, la tiñieron utilizando plantas como cáscara de cebolla, te, manzanilla, café, cáscara de nuez, etc. y utilizaron un mordiente o fijador para que el tinte perdure en el tiempo, el vinagre. Después, cogieron una hebra y cortaron al doble del fondo o semicírculo de la cesta. Así, obtuvieron 8 fibras gruesas dobles y 2hebras simples para hacer una cruz. Seguidamente, cogieron una fibra fina y colocaron sobre la cruz un extremo paralelo a las 8 fibras, comenzando a hacer círculos alrededor de la cruz. Dadas 3 o 4 vueltas, separaron los radios cada 2 fibras. Así les dieron forma a las cestas, manteniendo siempre húmedas las fibras. Cuando ya habían dado 1 o 2 vueltas los radios, quedaron formando la estructura base, y llegaron a un punto en el cual coincidía pasar la fibra fina por 2 radios por el mismo lado, ahí es cuando añadieron el radio impar. Para empalmar la fibra fina, la dejaron introducida hacia el interior y en el sentido que se va trenzando. Y por último, para rematar, agrandar o achicar la cesta dependió de la habilidad de cada uno. En cuanto a la forma final, tradicionalmente se introducen los radios sobrantes, cada 2 o 3 radios, haciendo semicírculos en la parte superior de la cesta.
El taller principalmente es participativo, lúdico y creativo, y los participantes tuvieron la oportunidad de disfrutar a la vez que elaboraban sus propias cestas y aprendían esta técnica tan tradicional.
Se trató de dos sesiones de tres horas, el sábado de 18:00 a 21:00 horas, y el domingo, durante el mismo horario.
La actividad incluía el material para la construcción de las cestas y tomizas, un servicio de guía monitora y un dossier digital con información. El coste del taller fue de 15 euros por participante por las dos sesiones.
No hay comentarios