Javier Urra llena de experiencias vitales su 'Mapa sentimental'

Llegó para presentar su último libro y consiguió no sólo atraer al público que abarrotó la sala de conferencias de la Fundación Cajamar, sino hacerle partícipe también de tantas experiencias vividas como primer Defensor del Menor en España, psicólogo forense o profesor en la facultad de Medicina y Escuela de Enfermería de Madrid. Estoy aquí para hablar de la vida y de lo que somos, afirmó Javier Urra en la presentación de su obra 'Mapa sentimental', "aunque me hubiera gustado que se titulase 'Los sentimientos son un material inflamable'. Nuestra andadura emocional, sentimental, se fundamenta en el simple hecho de sentir, de acumular pasiones. ésta es nuestra verdadera naturaleza. Es importante avanzar en la vida con pilares sólidos fraguados desde la intreligencia, el sentido del humor, los sentimientos y la voluntad. Sólo si somos capaces de conocernos, de gestionar nuestros afectos, aplacar nuestra ira y vencer nuestros miedos podremos avanzar y cumplir nuestros objetivos".

El psicólogo forense indicó que olvidamos lo que se nos dice pero no lo que nos hace sentir y que es muy importante tener una memoria afectiva, perdonar y también dejarse perdonar, "porque pierde el juego el que no sabe lo que siente el otro". Respecto a los jóvenes, Urra manifestó que la sociedad actual les está haciendo como el cristal, duros y frágiles, y cuando falla algo se vienen abajo. "En relación con los sentimientos, estamos robando a nuestros hijos el dolor y es necesario que desde pequeños conozcan muchas situaciones que sucederán en la vida y les mostrarán el sufrimiento humano; sin embargo, lo que no debemos robarles es el sentido del humor".

Javier Urra propone en su libro diversos itinerarios para aprender a amar, descubrir las fortalezas del ser humano o atenuar sus debilidades con el objetivo final de conseguir alcanzar la estabilidad emocional. Vivimos un momento complejo pero estoy convencido de que sí hay valores en nuestra sociedad, afirmó el psicólogo, para quien la vida, "a la que hay que ponerle pasión" es sentir, transmitir y querer.

Como gran comunicador, Urra mostró su imagen más amable, cercana y distendida. Durante casi dos horas fue un torrente de historias entrelazadas y emociones que el público sintió como propias. "La emoción, afirma en su libro, es lo que te viene del exterior, mientras los sentimientos son lo que tú elaboras, verbalizas y proyectas al exterior".