Juan Alcaraz Soriano, homenaje al 'abuelo' de la localidad de Tabernas
La Asociación de Mayores 'Las Maravillas' quiso tener un emotivo detalle con este anciano de noventa años de edad, el mayor de todo el pueblo · Tiene tres hijos, seis nietos y seis bisnietos
La localidad almeriense de Tabernas rindió homenaje hace unas semanas a su abuelo. Juan Alcaraz Soriano, con noventa años, es la persona con más edad del pueblo y sus familiares y amigos quisieron dedicarle todo su cariño en reconocimiento a toda una larga vida como persona ejemplar para el resto de sus vecinos.
Nacido en la localidad de la comarca de Filabres-Sierra Alhamilla el día 24 de abril de 1920, se crió en el cortijo de Los Albardinales, dónde disfrutó de una bonita infancia y principio de juventud hasta los veinte años. Juan ha sido un trabajador nato a lo largo de su vida, y prueba de ello son las numerosas funciones laborales que ha desempeñado. Ha trabajado en todo, como él mismo admite. Se dedicó al mundo de la agricultura, pasó por la construcción, pero sobre todo puso más empeño en las parras. Además, estuvo dos meses fuera de España, en Francia, para ganarse un sueldo.
Los Alcaraz eran cinco hermanos, tres hombres y dos mujeres, uno de ellos recientemente fallecido. Juntos, en su casa familiar, lo pasaron "muy bien", comenta el vecino de Tabernas, además de mostrarse siempre "muy orgulloso de su pueblo y su gente". En Tabernas dicen que "es muy buena persona", y aunque ni Juan se lo crea del todo, no hay nadie que no aprecie a este anciano que, a pesar de ser el mayor de su localidad con noventa años, sigue transmitiendo un aire de inagotable ilusión por disfrutar de una vida que no siempre ha podido ser perfecta para él.
Después de su inolvidable infancia y su divertida juventud llegaron los tiempos de penumbra. Aquellos años en los que la Guerra Civil atrapaba a miles de jóvenes hacia una lucha injustificada, que nisiquiera les aseguraba el pan diario. "No había para comer lo que uno quería, eran tiempos muy difíciles", asegura de sus años de uniforme. Antes de casarse estuvo en año en la guerra y luego fue destinado en Melilla y posteriormente en Valencia.
Cuando volvió a casa se reencontró con María, su esposa, de la que asegura haber sido "la única mujer de mi vida" y con la que estuvo noviando nueve años antes de contraer matrimonio. Siempre fue su alegría en aquellos días grises, y con el paso de los años fue con la que fructificó su mejor herencia, sus tres hijos. En la actualidad habla muy "orgulloso" de sus seis nietos y sus seis bisnietos, con los que disfruta cada vez que los tiene cerca en su Tabernas natal.
Ya sin ocupaciones profesionales, ni nerviosismo por ganarse un trozo de pan diario, Juan Alcaraz Soriano tiene como única preocupación jugar una partida con sus amigos. Y de esos tiene muchos con los que ha ido forjando fuertes lazos de amistad a lo largo de su caminar vital. Una vida completa, de mucho trabajo, sufrimiento, alegrías, amor y cientos de experiencias vividas que han convertido a Juan en una persona curtida, de esas con las que siempre se aprenden grandes cosas. El joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones.
Y es que se dice que uno se hace viejo cuando se tiene más alegría por el pasado que por el futuro. Alegría no le falta al abuelo de Tabernas, ni por los tiempos pasados que le han llevado a ser la persona que hoy en día es ni por el futuro, esos días que están por venir aún para Juan en compañía de sus familiares.
Una muestra de su felicidad se pudo ver en el homenaje organizado por el Centro de Mayores Las Maravillas que el pueblo de Tabernas le dedicó. Familiares, amigos y vecinos mostraron su orgullo por posar al lado del hombre con más edad de la localidad. Arropado por todos, recogió con emoción un ramo de flores y una placa conmemorativa.
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