Juan Cayuela, alumno de La Jarilla, quinto del mundo en cálculo mental
El pequeño de ocho años ha competido con estudiantes en un certamen matemático a nivel internacional · Sus compañeros de aula también han conseguido unos excelentes resultados
A Juan Cayuela, que sopló en febrero las velas de su octavo cumpleaños, le gusta el baloncesto, el fútbol y los números. Cuando se calza las zapatillas y busca aro con el balón granulado, quiere ser el número uno. Si se sienta en la mesa de clase, atendiendo al profe Juanjo Rodríguez, también.
Tiene las inquietudes de cualquier pequeño de su edad. Disfruta enseñándole los traviesos secretos de las matemáticas a su hermana Mercedes, de seis años.
Lo que pasa es que Juan es un campeón, y aún no se lo cree demasiado. Igual que sus compañeros de clase. Los alumnos del CEIP La Jarilla de Huércal de Almería se subieron al carro de los números gracias al profe. Joven pero inquieto. Le quieren. De su mano conocieron el concurso internacional Supertmatik, un evento al que se han inscrito niños de 52 nacionalidades. 212.000 participantes. Pero a ellos nadie les detiene. Los alumnos de 2º D resolvieron mentalmente algunas operaciones matemáticas. "La propuesta es on-line, es decir, a través de internet", explica Rodríguez, "aquí, en el aula, entrenábamos con tarjetas y luego comenzaba la competición oficial". Entre los parámetros a evaluar, el que no se equivoquen.
"Las operaciones eran básicas, de sumar y restar... por ejemplo 17+8-14... y sorprende la rapidez con que lo resuelven". El profe sonríe. Está satisfecho y orgulloso. "Recibí la información por un mensaje al correo electrónico, ví el concurso y no dudé en que debíamos participar, estar ahí". Desde el primer momento la respuesta fue óptima. "Se implicaron al cien por cien". Un ejemplo de ello es el puesto conseguido por Juan Cayuela, que ha quedado quinto en la tabla clasificatoria. A nivel internacional. "Recuerdo que ví la clasificación y pensaba que eran los mejores de España, pero el padre del chaval vino a decirnos que no, que él lo había mirado también y ¡que era del mundo! Nos llevamos una alegría enorme". Juanjo, el profe, no quiere desmerecer el trabajo de los demás. "En general, hemos obtenido unas calificaciones excelentes". El secreto... "tomar las matemáticas como un juego".
Al otro lado, en casa, están sus padres. Orgullosos cuanto menos. Felices de ver cómo sus dos hijos despiertan al conocimiento de un modo tan rápido. Mercedes Barea cambia la voz cuando habla de él. Su pequeño que es un héroe numérico, pero no lo sabe. O no quiere creérselo. "Es muy trabajador y constante aunque suele estudiar el día antes para los exámenes". Sonríe. "Hace sus deberes a diario y sé que disfruta con las cuentas... practica con su hermana a la que pone problemas a resolver". Es que Juan quiere ser maestro. enseñar como el profe. "Estamos más que contentos con el trabajo que está haciendo Juanjo con los estudiantes". ¿Resultados? A la vista están. Ellos hablan más bien de proceso. El de aprendizaje y enseñanza.
Mercedes es consciente de que son muchos alumnos los que se han presentado. "Desde que era pequeño ya le notaba yo que estaba muy espabilado, con cuatro años leía las letras mayúsculas y uno más tarde también las minúsculas. Sabe que el concurso era importante, pero en todo momento se lo ha tomado como lo que es: un juego". A tal punto llegó a apasionarse con los números que ahora compite con su padre. Y su hermana también presenta una curiosidad innata por las matemáticas. Quiere seguir aprendiendo. La vida es una constante prueba que aprobar con sobresaliente o matrícula de honor. De momento el presente pasa por seguir estudiando.
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