La Judea destaca como paso viviente 'único'
La representación tuvo lugar el Viernes Santo · Los actores pusieron todas las ganas en despertar el mayor realismo
El Viernes Santo es el día grande en Cuevas de Almanzora para la Real Cofradía de San Juan y Nuestra Señora de la Esperanza (Paso Blanco), la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Paso Morado), la Real Cofradía de Nuestra Señora de Las Angustias (Paso Azul) y la Pontificia y Real Archicofradía de María Santísima de Los Dolores (Paso Negro).
Todas desfilan por la mañana. Visitantes y vecinos buscan un lugar propicio para ver pasar los distintos pasos de dichas cofradías. Un buen sitio, por su amplitud, la Plaza de la Libertad.
El cuidado con el que se organizan los desfiles, perfilados hasta el más mínimo detalle, sorprende al público. Pero si algo es curioso dentro del mismo es la Judea.
¿Y de qué se trata? Pues la respuesta es sencilla. La Judea es un paso viviente único que pertenece a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y en el que se recrea uno de los últimos episodios de la pasión de Cristo, el de la Calle de la Amargura, camino del Calvario.
En el paso participan un grupo de seis o siete individuos que representan a los judíos y otro a Jesús que porta corona de espinas y cruz al hombro.
Los judíos van con las caras pintadas y ataviados con camisa y pantalón por la rodilla, peluca y barba postiza que complementan con un gorro.
Además, todos portan en sus manos unas mazas, excepto uno de ellos denominado Gachón, que el que le echa a Jesús los cordeles al cuello y va tirando de él hasta lo alto del Monte Calvario.
A lo largo del recorrido, realizan diferentes escenas. Todas ellas mudas.
En una de ellas, por ejemplo, los judíos simulan que dejan caer las mazas sobre el Señor que está tendido en el suelo. Una representación que no deja indiferente a nadie y ofrece una peculiaridad única a la Semana Santa de Cuevas del Almanzora, declarada de Interés Turístico en 2003.
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