La Junta libera en Sierra Cabrera un centenar de especies protegidas

La presión del hombre sobre su hábitat por prácticas agrícolas, incendios o el urbanismo salvaje son las causas de su desaparición · El entorno de Turre acoge ya a 95 tortugas, 6 cernícalos y un alcaraván

Un total de 95 tortugas mora fueron liberadas ayer en Sierra Cabrera.
Un total de 95 tortugas mora fueron liberadas ayer en Sierra Cabrera.
Ricardo Alba / Turre

28 de junio 2008 - 01:00

Pasado el mediodía de ayer, entre aromas de tomillo y romero, con el sol a pleno rendimiento, el delegado provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Clemente García, procedía a depositar en su hábitat natural de Sierra Cabrera a noventa y cinco ejemplares de tortuga mora de distinto tamaño y edad, todos ellos donados por personas particulares que han colaborado con la Junta de Andalucía en su rescate, procedentes de Vera, Carboneras, Vélez Rubio y Garrucha.

La tortuga mora -testudo graeca- se halla prácticamente extinguida. Según expertos biólogos, la causa de su desaparición es la presión del hombre sobre su hábitat por prácticas agrícolas, incendios forestales y, sobre todo, el urbanismo salvaje. Ha sido catalogada como de interés especial tanto por la legislación internacional, nacional y autonómica, como es el caso de Andalucía que la ha incluido en el catálogo andaluz de especies amenazadas con la categoría de en peligro de extinción. De ahí que, el delegado provincial de Medio Ambiente, destacase que "la presencia en los espacios naturales de Almería de ejemplares como éstos, colocan a nuestra tierra como lugar único, diverso y de futuro".

Clemente García, añadía: "precisamente, una de las razones de su suelta en Sierra Cabrera es contar con un hábitat óptimo: parajes áridos con escasas precipitaciones, en donde predominan los matorrales y arbustos pequeños".

El delegado ha manifestado, también, que "el último estudio sobre ecología y conservación de tortuga mora en la provincia de Almería, que data de abril de 2005, nos indica que la presencia de esta tortuga se asocia con determinadas condiciones climáticas que reúne Almería, como contar con un hábitat óptimo, y con una precipitación anual y un número de heladas bajos".

En concreto, los ejemplares de tortuga mora que han sido puestos en libertad han sido donados por personas particulares, que han colaborado con la Junta de Andalucía en su rescate. Los ejemplares proceden de Vera, Carboneras, Vélez Rubio y el municipio de Garrucha.

Posteriormente, desde una pequeña loma, el delegado provincial de Medio Ambiente liberó a los seis cernícalos recogidos de caídas de nidos procedentes de Almería, Aguadulce y Roquetas de Mar, y que suele ser utilizado por principiantes y novatos como iniciación en el mundo de la cetrería.

El cernícalo, especie también protegida por la ley, es un ave de presa diurna y fácil de ver. Prefiere un hábitat de campo abierto y matorral. Los cernícalos nidifican en grietas de rocas o edificios, en huecos de árbol, ocupan nidos de córvidos y otras aves, pero también directamente sobre el suelo. Cuando caza, el cernícalo permanece en vuelo estacionario, casi inmóvil, entre 10 y 20 m de altura sobre el terreno, esperando avistar alguna presa y cuando aparece, se precipita en picado hacia ella. Sus presas suelen ser pequeños mamíferos, fundamentalmente roedores, pequeños pájaros, reptiles, topillos e insectos dañinos.

Uno a uno cada cernícalo tomó altura y distinta orientación hasta perderse de vista. Mientras, el alcavarán, ave de terrenos abiertos, como paisajes pedregosos y arenosos, pastizales, páramos, eriales y campos de cultivo, aguardaba su turno. Clemente García lo lanzó al aire, el alcavarán se alejó en la distancia.

El alcavarán es una especie terrestre de costumbre crepuscular, que nunca se posa en los árboles y se alimenta principalmente de insectos, gusanos y moluscos, aunque tampoco desprecia pequeños vertebrados.

Ya en la noche, también en Sierra Cabrera, se liberó a un búho, ave rapaz de hábito nocturno y solitario. Se alimenta generalmente de pequeños mamíferos, insectos y otras aves. A los búhos y lechuzas se les empareja tradicionalmente con la sabiduría y la diosa Atenea, aunque los cuervos y otras aves comunes son más inteligentes. Sin embargo en numerosas culturas también se les atribuye aspectos negativos.

Todos estos individuos, tratados y recuperados, están amparados por la Ley Andaluza de Flora y Fauna, siendo de especial relevancia el estado que ha pasado a ocupar la tortuga mora que es ahora un reptil en peligro de extinción.

El delegado de Medio Ambiente ha querido animar a todos los ciudadanos a que "sigan colaborando con la Junta y con el resto de instituciones en la recuperación de estas especies ya que gracias a la colaboración de todos, en lo que va de 2008 hemos podido atender en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas situado en Los Vélez- a casi 300 ejemplares de fauna silvestre".

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