El decreto de Espectáculos Públicos y Establecimientos de Ocio de la Junta de Andalucía, aprobado en pleno mes de agosto, se descubre ahora en Almería como una nueva prueba de fuego entre la convivencia de bares y terrazas con los vecinos y su derecho al descanso, sobre todo en el centro histórico de la ciudad, zona saturada. Después de que el alcalde de Almería haya manifestado que la norma andaluza puede acabar con la vida de las terrazas y solicite la suspensión cautelar del decreto, y apenas 24 horas antes de que se celebre una asamblea general del sector de la hostelería, la Junta de Andalucía se ha visto obligada a salir al paso y calmar los ánimos con un comunicado en el que el delegado de Gobierno andaluz en Almería recuerda que la competencia a la hora de conceder o retirar licencias sigue recayendo en la Administración local.

Terraza de un bar situada junto a los Refugios de la Guerra Civil

El debate no es nuevo en el resto de Andalucía donde, aun habiéndose aprobado en agosto el decreto, tanto hosteleros y colectivos vecinales han ido moviendo ficha, con prismas muy diferentes en cada capital, lo que deja en evidencia que el decreto es tan generalista que existe el temor, por la parte de los empresarios, de que cualquier reclamación o denuncia presentada por un vecino que resida a menos de cien metros de distancia de la terraza suponga el cierre de la misma. Los vecinos tienen pavor a la música y a la ampliación de horario. Pero estas cuestiones dependerán de la ordenanza municipal.

Este recordatorio ocupa justo las primeras líneas del comunicado lanzado ayer por la Junta. El nuevo decreto “garantiza el máximo respeto a las competencias de los ayuntamientos que tienen 18 meses para adaptar sus ordenanzas a esta normativa”. Una de sus principales novedades es que permite la instalación de terrazas y veladores en todos los establecimientos de ocio y de esparcimiento, no sólo en los hosteleros, previa autorización municipal. Se recomienda a los ayuntamientos –prosigue el comunicado– que autoricen “preferentemente” su ubicación en suelo no residencial y eviten las zonas acústicas especiales o saturadas de ruido, y en caso contrario, tendrán que “argumentar que se cumplen los objetivos de calidad acústica”. Es una referencia que en otras ciudades se celebra y se vincula, por ejemplo, a las discotecas, que podrán tener terrazas.

El delegado del Gobierno, José María Martín, ha destacado que “la prioridad de la nueva normativa ha sido equilibrar los intereses de la ciudadanía y de los diferentes sectores económicos y sociales implicados, buscando el máximo consenso y compaginando el derecho al descanso de los vecinos y el respeto a las competencias que son propias de los ayuntamientos”.

Sobre la petición de alcalde de suspender de forma cautelar el decreto y una instrucción sobre su aplicación que termine de aclarar la normativa, Martín ha señalado que la misma “es clara” y que los técnicos del Servicio de Juegos y Espectáculos Públicos de la Junta “están a disposición de ayuntamientos, empresarios y vecinos para prestarles el asesoramiento que necesiten y solventar cualquier duda sobre este tema”. El delegado del Gobierno de la Junta ha pedido al Ayuntamiento de Almería “lealtad institucional y que no genere un problema donde no lo hay”.

Mucho más crítica con Fernández-Pacheco se ha mostrado la portavoz municipal del PSOE, Adriana Valverde, quien ha llegado a acusar al regidor de azuzar de forma intencionada a los hosteleros contra el Gobierno andaluz con claro propósito, entiende la futura candidata a la Alcaldía, electoralista. También a través de un escrito remitido a los medios de comunicación, Valverde ha manifestado que “la convivencia entre las terrazas, generadoras de empleo y de actividad económica en la ciudad, y el derecho al descanso de los vecinos es un objetivo a alcanzar que el alcalde no debería usar para hacer campaña al PP con motivo de las elecciones andaluzas”.

“Con sus mentiras –censura la portavoz municipal– sobre el nuevo decreto, que está en vigor ya desde agosto del mes pasado, ha generado una alarma injustificada entre los hosteleros, a los que es necesario trasladar que pueden estar absolutamente tranquilos porque el compromiso con su sector es incuestionable por parte del PSOE”, sentencia.