Año tras año por estas fechas la situación es la misma, no sólo los días cuentan con más horas de luz y la temperatura es más cálida sino que se inicia la época en que esos molestos insectos, moscas y mosquitos, empiezan a proliferar. Por ello, el Ayuntamiento de El Ejido pone en marcha un plan de seguimiento y control de mosquitos en jardines y zonas de competencia municipal de cara a la campaña de verano, mientras que la Junta de Andalucía echa balones fuera a la hora de elaborar y ejecutar un plan específico dirigido a la erradicación de la propagación de mosquitos en el Paraje Natural de Punta Entinas-Sabinar, que cada año se produce con la llegada del buen tiempo, y donde las actuaciones son competencia autonómica la tratarse de un paraje altamente protegido. Cabe recordar que entre las figuras de protección que recaen en el espacio se encuentran la de Paraje Natural, Lugar de Importancia Comunitaria, Zona de Especial Protección para las Aves y Sitio Ramsar, de ahí que las administraciones locales, como el Ayuntamiento de El Ejido, carezcan de competencia para prevenir y controlar la aparición de focos de mosquitos en Punta Entinas-Sabinar.

En veranos anteriores la inoperancia de la Junta de Andalucía en este asunto ha causado importantes molestias en la población de las zonas limítrofes por la incidencia de la plaga, mandando incluso a muchos niños al hospital a causa de la gravedad de las picaduras, tal y como se ha denunciado con anterioridad públicamente en distintos medios de comunicación por responsables políticos. En esta misma línea, se denunciaba del mismo modo que "el problema causa graves perjuicios económicos especialmente en núcleos turísticos, como Almerimar, donde la dejadez, la falta de voluntad e incompetencia de la administración autonómica en este asunto daña gravemente su imagen de cara al turismo y produciendo un importante descenso de los ingresos en muchos establecimientos de la zona". Un año más, la Junta de Andalucía, concretamente la Consejería de Medio Ambiente, continúa "ignorando" el problema. Por ello, "teniendo en cuenta que el principal foco se localiza en el Paraje Natural de Punta Entinas, un terreno al que no puede acceder el Ayuntamiento, hemos realizado diferentes peticiones a la delegación de Medio Ambiente para que se encargue de realizar el tratamiento en esta zona que es de su competencia. Aunque hasta el momento solo hemos obtenido la evasiva como respuesta", afirmaba el concejal de Agricultura y Medio Ambiente del Ayuntamiento de El Ejido, Manuel Gómez Galera.

Para actuar en las zonas que son competencia municipal, el Ayuntamiento de El Ejido adjudicaba hace unos días por valor de 53.000 euros a la empresa Andaluza de Tratamientos de Higiene S.A, Athisa, el programa de control de mosquitos en zonas turísticas y alrededores. El concejal de agricultura explicaba que "desde la unidad de Medio Ambiente del Ayuntamiento se ha elaborado un plan de tratamiento de mosquitos en las zonas turísticas que vendrá a solucionar un problema importante que se arrastra desde hace años". En esta línea detalla que "adolecíamos de un plan integral ya que hasta el momento se hacían tan solo tratamientos aislados pero sin un seguimiento adecuado". Este nuevo plan integral de control y tratamiento tendrá el objetivo de prevenir durante los próximos años la proliferación de estas plagas con la llegada del buen tiempo. Desde el equipo de Gobierno, con esta actuación pretenden evitar las molestias que han provocado en años anteriores el crecimiento de estas poblaciones mediante una diagnosis y control durante los siete meses al año de mayor proliferación de mosquitos. Este correcto seguimiento determinará la necesidad o no de actuación y si es preciso realizar el tratamiento en los distintos estadios.

Asimismo, cabe recordar que otro de los factores que contribuyen a la proliferación de moscas y mosquitos son los altos niveles del Acuífero Superior Central, que provocan desbordamientos subterráneos a través de la zona de alcor. Esto repercute en una subida de nivel de agua de la Balsa del Sapo, provocando inundaciones en las zonas aledañas, y en un efecto secundario, la proliferación de mosquitos.