La Junta, preparada para controlar

Entre los hosteleros hay opiniones como colores. Unos más de acuerdo que otros con las medidas que ha adoptado el ejecutivo, pero todos tendrán que pasar por el aro al final. O de lo contrario les espera una sanción si los inspectores de la Junta de Andalucía les sorprenden con la infracción. La normativa es muy clara y todos los mecanismos e inspectores están ya preparados para iniciar los controles a principios del mes de marzo, tal y como adelantó a Diario de Almería el jefe de Servicio de Consumo de la administración autonómica, Cristóbal Estévez.

Los controles se desarrollarán dentro de la campaña de inspecciones de restauración que cada año desarrolla la Junta de Andalucía en la provincia, en la que los cuatro inspectores que hay actualmente en la plantilla visitarán parte de los establecimientos que hay dados de alta en el registro atendiendo a una selección aleatoria. Cristóbal Estévez explicó que aún están esperando que la Consejería les de las pautas para iniciar estos controles, en lo que además de las aceiteras y el resto de requisitos que deben cumplir los establecimientos, también se encargarán de controlar el consumo de tabaco en espacios cerrados o incluso la utilización de cigarrillos electrónicos que también ha sido prohibido por el Gobierno central.

En el caso de las aceiteras, las multas, que en principio son tipificadas como infracciones leves por estafa al consumidor, ascenderán a cantidades entre 200 y 2.500 euros, dependiendo de las dimensiones del establecimiento. Y cuando se detecten infractores reincidentes, las sanciones pueden incluso alcanzar cifras tan altas como los 5.000 euros, según explicó a este periódico el jefe de Servicio de Consumo. Los inspectores se limitarán a levantar acta si localizan incumplimiento de la Ley Antitabaco, para después pasarle la notificación a la Consejería de Salud que es quien propone la sanción correspondiente.