Almería

De Justo se doctora en su debut en la Plaza de Toros de Almería

  • El cacereño logró tres orejas con dos grandes faenas en una corrida que fue de más a menos en la cual Roca Rey se hizo con dos apéndices y Aguado con un trofeo 

El cacereño pasea las dos orejas del cuarto de la tarde.

El cacereño pasea las dos orejas del cuarto de la tarde. / Javier Alonso

Tarde de agradable temperatura para disfrutar de la segunda de abono de la Feria Taurina en honor a la Virgen del Mar. ‘Cacareo’, un colorado chorreado de Núñez del Cuvillo, fue el primero en saltar al ruedo para ser lidiado por Emilio De Justo. El cacereño, en estado de gracia esta temporada, recibió a su enemigo con vistosas verónicas antes de realizar un quite por chiquelinas previo a la suerte de varas. Se desmonteraron Morenito de Arles y Ángel Gómez tras un buen tercio de banderillas. Conectó pronto con el público Emilio de Justo ligando buenas series por el pitón derecho ante un toro que se dejó hacer hasta los compases finales. Logró una estocada algo desprendida con la que se arrodilló el primero de Cuvillo haciéndose con el primer trofeo de la tarde con fuerte petición, por parte de la afición, del segundo apéndice.

‘Pardillo’ fue el primero del lote de Roca Rey. Salió distraído de toriles el Cuvillo y no pudo verlo el limeño. Buen tercio de banderillas que precedió a la faena con la muleta del peruano. Desde inicio conectó con el respetable, ligando buenas series por ambos pitones y sacando a la palestra todos los recursos que atesora. Estuvo fino con grandes naturales ante un toro que fue de menos a más. Faena extraordinaria la del peruano, que estuvo muy por encima de su enemigo. Mató a la primera, con la espada algo tendida, lo que le sirvió para hacerse con dos orejas.

Roca Rey estuvo muy por encima de su primer toro. Roca Rey estuvo muy por encima de su primer toro.

Roca Rey estuvo muy por encima de su primer toro. / Javier Alonso

Pablo Aguado lidió al tercero de la tarde, un colorao bragado de nombre ‘Currito’. Lo recibió con una larga de rodillas antes de lidiar varias verónicas de gran calado, dejando al toro en suertes de varas con chiquelinas. Otro buen tercio de banderilla nos dejó este tercero de la tarde. El sevillano lo intentó por ambos pitones ante un toro que se resintió del puyazo de varas. Poco pudo hacer ante un enemigo que no se dejó en ningún momento, con brincadas, sin una embestida limpia en ninguno de los pases. Mató a la primera Aguado. Fue aplaudido por los tendidos tras una faena de menos a más con grandes naturales al final.

Sin prolegómenos, recordemos este año sin la tradicional merienda debido a la COVID-19, Emilio De Justo lidió al cuarto de la tarde, de nombre ‘Esparraguero’. Lo recibió con el capote antes de llevarlo, con chiquelinas, a la suerte de varas. Otro buen tercio de banderillas fue el preludio de la faena con muleta, la cual dedicó al maestro Enrique Ponce, disfrutando de este festejo en las gradas del coso de Vilches. El de Cáceres estuvo elegante por el pitón derecho y con vistosos naturales también por el izquierdo. De Justo lo exprimió al máximo con una faena de mucho sitio que finalizó con ajustadísimas manoletinas mirando al respetable. Una gran estocada le valió las dos orejas.

Derechazo de Pablo Aguado. Derechazo de Pablo Aguado.

Derechazo de Pablo Aguado. / Javier Alonso

‘Aguador’, un jabonero de 480 kilos, fue el segundo del lote de Roca Rey. Al recibo, como le pasó con su primero, no terminó de verlo el peruano. Brindó el toro al público almeriense antes de arrancar su faena con muleta. Muy justo de fuerza el toro, al que poco jugo pudo sacarle Roca Rey pese a su ímpetu y su variado repertorio de pases. Se lo llevó Roca Rey a los medios, aunque su enemigo soltaba mucho la cara y protestaba desluciendo los muletazos del peruano. Estoconó a la primera aunque tuvo que descabellar para dar muerte al segundo de su lote tras estar esta algo tendida. Fue ovacionado.

El último de la Feria Taurina de Almería, de nombre ‘Sosegado’, fue lidiado por Pablo Aguado, quien lo recibió con verónicas. Al igual que su hermano, el último de la tarde careció de fuerzas y de transmisión. Se peleó con él Pablo Aguado, que indicó a la banda de música que parase de tocar, sacando bravura y templanza ante un complicado enemigo. De la nada hizo el de Sevilla una meritoria faena, de mucha naturalidad, templanza, torería y compromiso, construyéndola él mismo. Tras un aviso logró una estocada con la que dio muerte al toro. Fue premiado con una más que merecida oreja. Se cerró así la Feria Taurina de 2021 con ganas ya de, si la COVID-19 lo permite, de disfrutar de los festejos del próximo año.

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