Lavado de pies del Cristo del Mar junto al fervor de miles de fieles

La imagen salió en procesión por el Puerto escoltada por Policía Naval de Infantería de Marina de Cartagena

Lavado de pies del Cristo del Mar junto al fervor de miles de fieles
Lavado de pies del Cristo del Mar junto al fervor de miles de fieles
Iñigo Mas Greño / Roquetas

13 de agosto 2012 - 05:01

El Santísimo Cristo del Mar levantó pasiones en el Puerto la noche del sábado al salir un año más en procesión para acercarse a la orilla y que lavaran los pies con agua bendita del mar. Fue ante miles de personas, más gente que nunca, llenando el faro y el castillo de Santa Ana, ya a rebosar por el espectáculo del mercado medieval. Pasadas las ocho y media de la tarde, después de una solemne misa a la que acudió la corporación local, salía del templo de Santa Ana y San Joaquín la imagen del Cristo de Mar, en un trono malagueño portado por setenta por costaleros y costaleras de la hermandad, todos con uniforme de marinero, como el Cristo al que no dejaron de dar vivas durante todo el itinerario.

Una escolta de la Policía Naval de Infantería de Marina de Cartagena guardaba la pesada talla de Cristo en la cruz. Al salir de la parroquia una lluvia de pétalos de flores cayó sobre el trono al tiempo que sonaba la banda Los Iris llegada desde Institución. Unos emocionantes momentos que fueron vividos por todos los fieles que abarrotaban la plaza Benedicto XVI y las calles del itinerario. El momento más emocionante se producía al final. La procesión se detiene en la explanada del faro, mezclándose con vendedores, turistas y clientes del mercado medieval. Los marineros toman a pulso su Cristo del Mar, lo quitan del trono y lo llevan sobre hombros por un atestado paseo marítimo embelesado por la escena.

La cruz llega a la arena donde se ha preparado una base para fijar la imagen verticalmenre, frente al agua. Ya es de noche y apenas separa un metro a Jesucristo crucificado del mar, rodeado por un cordón completo de hermanos y hermanas con el impecable uniforme marinero. Allí era difícil reprimir algunas lágrimas mientras arreciaban los vivas al Cristo de Mar y se lavaban los pies del Señor con agua del mar. Un agua, que por cierto, no es devuelta después en una palangana como sucede en el lavado de cara de Santa Ana, sino que tras lavar los pies de Jesús, se reparte entre los fieles. El agua es bendecida por el sacerdote que después la rocía sobre las cabezas de los asistentes.

Tras la emotiva escena, con el Cristo del Mar clavado en plena noche sobre una tarima en la playa, mirando al mar y escoltado por la Infantería de Marina rodeado de marineros en su día grande, se hace la maniobra contraria con el gentío curioso siguiendo las evoluciones. De nuevo la cruz se saca de su soporte, de nuevo a hombros y otra vez al trono, recorriendo el itinerario esperándole a su entrada al templo una colosal fiesta de fuegos artificiales, cohetes y tracas al más puro estilo roquetero. Una mágica noche para los files del Santísimo Cristo del Mar en El Puerto, organizándose por la hermandad un concurso fotográfico para premiar las mejores imágenes.

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