Lección magistral de Don Quijote a Sancho en el inicio del curso
Ácida crítica de Luis Cortés a los políticos por usar un leguaje vago, redundante y atenuado Defiende los acentos del español, que nada tienen que ver con el hablar bien
El catedrático de Lengua Española de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería, Luis Cortés Rodríguez, hizo una ácida pero elegante crítica al lenguaje utilizado por los políticos en sus discursos. Lo hizo durante la lectura de la lección inaugural sobre Los consejos que le dio Don Quijote a Sancho de cómo ha de hablar un gobernador. Apuntó a un lenguaje redundante y vago para encubrir la realidad con muchas palabras pero con pocos datos. Y para ello, trasladó la novela de El Quijote a la actualidad, poniendo como ejemplo algunos casos reales recogidos por la prensa española, donde se recogen algunos discursos cuya palabrería dan un sentido hueco a la frase sin decir en ningún momento a lo que se están refiriendo. Aludió en este sentido a principios básicos a la hora de que un gobernador pronuncie un discurso, como la claridad, la eficacia, corrección y adecuación. Así se lo fue explicando a Sancho Panza, a quien además indicó que en otro sentido "sería trabajar en vano".
Hizo novela de la novela y trasladó de forma magistral la importancia que adquiere el lenguaje a la hora de hablar. "No podemos hablar de cualquier manera; el lenguaje es una fuente importante de información acerca de las personas con las que tratamos; su forma de hablar no solo sirve para ubicarles, sino que también es una magnífica carta de presentación. El hablar bien siempre se ha considerado como una señal de prestigio sociocultural y hoy es todavía más, ante la extrema dificultad del mercado de trabajo. Usemos, por tanto, siempre, en situaciones formales un español que esté dentro de algunas de las muchas normas culturales de sus hablas y evitemos los usos apartados de esas normas cultas", advirtió el catedrático en su conclusión final.
Y es que, como indicó, "saber hablar, como dijo Don Quijote a Sancho, es hacerlo con corrección, y se habla con corrección cuando se hace buen uso de la gramática, sintaxis cuidada, riqueza léxica...; hablar bien es hablar con claridad, procesar bien los actos discursivos, dominar las pausas y los silencios, tener capacidad para enlazar unos enunciados con otros mediante un rico repertorio de conectores". Así, hizo una defensa de los acentos. "No hay ni mejores ni peores por haber nacido en Granada, Lugo o Lima", que en nada tiene que ver, señaló, con hablar adecuadamente.
Luis Cortés insistió en que "hablar bien es hacer rentable nuestra lengua y elegir mecanismos que nos permitan ser corteses o irónicos cuando lo deseemos", al tiempo que apuntó a que "una lengua descuidada es una lengua empobrecida que palidece el mundo de ideas que sustenta".
Aludió también en su discurso al título VIII de la primera parte de la obra de Cervantes, en la que señalaba que a Don Quijote le resultaría "imposible" imaginar, varios siglos después, que los españoles "sigamos siendo muy poco dados a escuchar a los demás, y menos aún a dejar que terminen su turno de palabra".
La lección del catedrático de Lengua Española de la Facultad de Humanidades y Psicología recibió el aplauso de un auditorio, el más largo de los que se recuerdan, por la elegancia e inteligencia con la que trasladó el mensaje a los asistentes a través de una conocida novela. Supo captar la atención de los oyentes, con una impecable pronunciación y tonalidad, digna de lo que esencialmente contenía su discurso.
Representantes de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento, de la Diputación Provincial, parlamentarios nacionales y andaluces, doctores y profesores de la Universidad de Almería, mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, alumnos y familiares de los nuevos doctores cuya investidura se celebró ayer, formaban parte de la multitud que presenció el discurso magistral del catedrático, que al finalizar el acto recibió las merecidas felicitaciones.
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