Instituciones penitenciarias

Letras de libertad en la prisión de Almería

  • El director de ‘El Acebuche’ considera que “la lectura es un elemento de extraordinaria importancia para el desarrollo de la persona, especialmente de aquellos que quizá en el exterior no han tenido tantas oportunidades para dedicarse a esta labor”

Uno de los internos que trabajan en la biblioteca general de ‘El Acebuche’ toma uno de los libros.

Uno de los internos que trabajan en la biblioteca general de ‘El Acebuche’ toma uno de los libros. / Carlos Barba/Efe (Almería)

El centro penitenciario ‘El Acebuche’ de Almería acoge entre sus muros a todo tipo de ciudadanos que cumplen penas por diversos delitos, muchos de los cuales han encontrado entre las páginas de los libros de las bibliotecas de la prisión una forma de mantenerse libres a través de la lectura.

“Tenemos una biblioteca central con más de 15.000 volúmenes que funciona con un sistema de pedido ágil, rápido. Pero hace muchos años nos dimos cuenta de que deben estar al alcance del interno, por ello hemos instalado una biblioteca en cada uno de los departamentos con acceso libre”, explica en declaraciones a Efe el director de la cárcel, Miguel Ángel de la Cruz.

Hay en ejemplares en diferentes idiomas a disposición de los penados. Hay en ejemplares en diferentes idiomas a disposición de los penados.

Hay en ejemplares en diferentes idiomas a disposición de los penados. / Carlos Barba/Efe (Almería)

Los fondos de estos rincones de las letras proceden de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, aunque el centro tiene la posibilidad de adquirir sus propios libros. “En los últimos años los fondos más importantes son préstamos que recibimos de otras instituciones o incluso de particulares. Y aquí están en depósito”, señala De la Cruz.

El director de ‘El Acebuche’ considera que “la lectura es un elemento de extraordinaria importancia para el desarrollo de la persona, especialmente de aquellos que quizá en el exterior no han tenido tantas oportunidades para dedicarse a esta labor”.

Por ello, se fomenta esta actividad y se dota a los internos de los medios necesarios para ello, con espacios “confortables” en los que se pueda desarrollar esta “afición” y promover cambios “positivos” en los penados.

Miguel Ángel de la Cruz, director de ‘El Acebuche. Miguel Ángel de la Cruz, director de ‘El Acebuche.

Miguel Ángel de la Cruz, director de ‘El Acebuche. / Carlos Barba/Efe (Almería)

Además, cada año se acogen presentaciones de libros y se desarrollan tertulias con autores o expertos en la materia a abordar, creando un “club de lectura en el que se lee una obra y posteriormente se comenta”. Aunque el covid-19 ha limitado esta actividad, cuando se desarrollaba se retransmitía posteriormente en una radio de Huércal de Almería.

La directora del Centro de Educación Permanente (CEPer) Retamar -responsable de las clases de ‘El Acebuche’-, Rosario Martínez, explica que “en cada una de las aulas hay una biblioteca, que normalmente se ha nutrido siempre de préstamos”.

“Los maestros animamos a que haya actividades de animación a la lectura. Por ejemplo, en mujeres en estos momentos el profesor está haciendo una lectura continuada todos los días de un trocito de ‘El Quijote’”, añade.

Se utilizan ordenadores antiguos para aprovechar sus piezas en las aulas. Se utilizan ordenadores antiguos para aprovechar sus piezas en las aulas.

Se utilizan ordenadores antiguos para aprovechar sus piezas en las aulas. / Carlos Barba/Efe (Almería)

Miguel G. es uno de los internos que atiende las solicitudes de sus compañeros en la biblioteca central. Le gusta leer narrativa y libros de ajedrez pero apunta que “la gente pide mucho todo el tema del Código Penal, penitenciario, el régimen…”. Aunque hay numerosas materias y diferentes idiomas para elegir.

Eso sí, aclara que hay una decena de internos que “son unas esponjas, lo leen todo”, a la vez que precisa que no sólo cuentan con volúmenes físicos, sino con una biblioteca digital con títulos de dominio público.

David P. trabaja en la parte más técnica de la biblioteca, un lugar que considera su “salvación”. “Primero es nuestro trabajo, nuestra labor en el centro. Nos permite salir a trabajar todos los días, cobramos y nos libera la mente”.

Miguel Ángel de la Cruz, director de 'El Acebuche'. Miguel Ángel de la Cruz, director de 'El Acebuche'.

Miguel Ángel de la Cruz, director de 'El Acebuche'. / Carlos Barba/Efe (Almería)

“Si llegas y dices qué voy a hacer con mi condena, aquí tienes la oportunidad. Llegué con el graduado escolar y voy por segundo de Bachiller”, insiste.

Junto a Carlos O. trabaja actualizando y arreglando ordenadores y ahora están poniendo al día la página web del servidor interior de esta biblioteca.

“Estamos intentando dar una apariencia mucho más moderna y actualizando contenido”, dice Carlos O., quien explica que en este portal web existe “una portada con los accesos a los distintos tipos de educación”. Está la Wikipedia en versión interna, está el Moodle -herramienta de gestión del aprendizaje-, y la revista digital con reportajes actividades hecho en el centro”, dice por último.

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