El Juzgado de Instrucción número 1 de Almería ha dejado en libertad provisional a uno de los tres supervivientes rescatados este sábado por la Armada de una patera que zarpó días antes con otras ocho personas que habrían muerto durante la travesía, entre ellas su esposa, que estaba embarazada.

El hombre compareció ante la magistrada María Belén López, que acordó su puesta en libertad provisional investigado por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, con la única obligación de comparecer ante el Juzgado cada 15 días, retirándole también el pasaporte y prohibiéndole salir del país.

Los abogados del investigado, Nabil El Meknassi Barnosi y Noelia Pérez Rodríguez, del despacho Meknassi Abogados, han señalado a EFE que su cliente era uno más de los inmigrantes que realizaron la travesía, en este caso junto a su mujer, en avanzado estado de gestación, ya que en un mes habría dado a luz a una niña.

Según ha relatado su cliente a la juez, tras varias horas de navegación, el motor de la embarcación en la que iban falló y un tal “Mohamed”, que iba al timón, habría realizado una llamada tras lo que otra barca habría acudido en su búsqueda, con la supuesta excusa de ir a por un motor que sustituyese al que había fallado.

Sin embargo, “Mohamed” nunca regresó y con el paso de los días muchos de los ocupantes se vieron obligados a beber aguar de mar y comer medusas, ya que se habían quedado sin nada, según los abogados.

En una de estas jornadas habría expirado la mujer del investigado, quien se habría negado a arrojar su cuerpo al mar durante tres días.

Aseguran los letrados que el motivo por el que ha sido detenido fue que en las horas siguientes a la marcha de Mohamed fue uno de los que intentó arreglar el motor, con la suerte de que funcionó durante un tiempo, por lo que se puso al mando de la patera en un periodo limitado de tiempo.

De hecho, la investigación de este inmigrante se debe a la declaración de otro de los dos supervivientes, testigo protegido en esta causa, que ha relatado a la Policía Nacional cómo el pasado 6 de mayo, sobre las 16:00 horas, se dirigió a la playa de Mers El Hadjaj en Orán (Argelia), al saber que de allí salían pateras.

Según el testigo protegido, Mohamed le pidió 40.000 dinares para realizar el viaje a España, de forma que tras entregarle una señal éste lo llamó a las 01:20 horas del día siguiente para ir a la citada playa, dónde le dio el resto del dinero, y le acompañó a la embarcación, en la que ya había nueve personas dentro.

Tras zarpar con Mohamed al mando de esta lancha con un motor de 40 caballos, pasadas unas cuatro horas éste dejó de funcionar y, al disponer de cobertura, Mohamed llamó para que les ayudarán, acudiendo dos personas unas horas más tarde, una de las cuales se unió como “un viajero más”.

Mohamed dijo que iba a buscar un motor pero, como ya indicó el investigado, no regresó, permaneciendo durante horas a la deriva y "viendo que nadie llegaba, el otro de los supervivientes (…) intentó arreglar el motor, consiguiendo que arrancara (…) y todos decidieron continuar el viaje conduciendo” el investigado, quien aseguró que entonces ya ninguno tenía cobertura.

Sin embargo, un par de horas después volvió a romperse el motor sin que pudieran arreglarlo, quedando a la deriva, y debido a la situación, algunos de los ocupantes se pusieron nerviosos y cinco de ellos se tiraron al agua, siendo uno de ellos el que se había incorporado el último, según la declaración.

De los otros seis, una mujer se “puso muy nerviosa” y se lanzó al agua “pensando que podía salvarse”, mientras que la embarazada, la esposa del investigado, “murió abrazada a su marido”, mientras que otro hombre falleció en la embarcación.

Confirmó que fueron “alimentándose de medusas y bebiendo agua de mar” hasta que el pasado 14 de mayo el patrullero ‘Infanta Elena’ de la Armada los rescató.

El testigo protegido inculpó al investigado asegurando que ni él ni su mujer habían pagado por ser amigos de Mohamed, pero los letrados sostienen que éste había abonado ya la cantidad exigida en un viaje previo que finalmente no pudo llevarse a cabo.