Llegan a Almería las pulseras GPS de seguimiento a los maltratadores

El nuevo sistema de seguimiento por medios telemáticos del cumplimiento de las medidas de alejamiento en materia de violencia de género ha comenzado su implantación en la provincia de Almería. Los nuevos dispositivos tienen como objetivo hacer efectivo el derecho de la víctima a su seguridad, documentar el posible quebrantamiento de la medida de alejamiento y disuadir al agresor.

La Ley Orgánica de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, prevé la posibilidad de que los órganos judiciales acuerden la utilización de instrumentos de tecnología adecuada para controlar el cumplimiento de las medidas de alejamiento impuestas con carácter cautelar en los procedimientos que se sigan por violencia de género.

El pasado 8 de julio, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la Vocal del Consejo General del Poder Judicial, Inmaculada Montalbán, y Soledad Cazorla, Fiscal de Sala coordinadora de la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer, presentaron este sistema de seguimiento y suscribieron un protocolo de actuación para garantizar y homogeneizar su operatividad en todo el territorio nacional.

Estos nuevos instrumentos, que ya están operativos en Almería, permitirán verificar el cumplimiento de las medidas cautelares de alejamiento de la víctima impuestas en los procedimientos que se sigan por violencia de género; proporcionarán información actualizada y permanente de las incidencias que afecten al cumplimiento o incumplimiento de dichas medidas y de las posibles incidencias, tanto accidentales como provocadas, en el funcionamiento de los elementos de vigilancia utilizados, y darán respuesta individualizada a cada una de ellas.

La mujer llevará una de las unidades electrónicas, similar a un teléfono móvil, que informa de su situación a un centro de control y permite la comunicación de voz y pulsar un botón de pánico. Además, puede percibir si el agresor se aproxima a menos de 500 metros. El maltratador tendrá otro dispositivo similar y una especie de pulsera, que podrá colocarse en la muñeca o el tobillo, que es un transmisor que envía señales a la central de control y a la víctima.

Las alarmas se activan cuando el agresor se quita o rompe la pulsera, entra en la zona de exclusión de la víctima, se separe 10 metros del dispositivo o se pierda la cobertura.