Toros

La Macarena es trasladada a la capilla de la Plaza de Toros

  • Podrá ser venerada, especialmente, por los diestros y subalternos a pie y caballo, así como, otros intervinientes en los festejos taurinos de la Feria

La Macarena, entrando a la Plaza de Toros.

La Macarena, entrando a la Plaza de Toros.

A las 19:00 horas del día festivo y de precepto religioso, en el Barrio de la Plaza de Toros o de san Blas, se celebró con solemnidad litúrgica en la Iglesia parroquial de san Ildefonso, tras el rezo del Santo Rosario, la Santa Misa con motivo de la festividad del Dogma de la Asunción de la Virgen María a los Cielos en cuerpo y alma, ocupando la Sagrada Cátedra y predicando la Palabra de Dios el Rvdo. P. Vasyl Diakiv, secretario particular de Monseñor Gómez Cantero, Obispo Diocesano.

El sermón del sacerdote Vasyl Diakiv estuvo basado en la fiesta mariana de la Asunción de María a los Cielos en pleno mes caluroso de agosto, que tiene hondas raíces en la inmensa mayoría de nuestros pueblos y ciudades de la geografía, no solo almeriense, sino en toda España. Fiestas patronales en honor de la Madre de Dios, a que honramos en este privilegio suyo, elevada en cuerpo y alma al Cielo, a la gloria celestial a la vida eterna, una vez cumplida su importante misión en la tierra, como Madre del Verbo Encarnado, el Hijo de Dios hecho hombre en su seno purísimo, el Salvador nacido en Belén.

Finalizada el Oficio religioso, a la que asistió la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, María Santísima de la Esperanza Macarena y Nuestra Señora del Santo Rosario, se procedió, posteriormente, como viene siendo habitual en los últimos años, el iniciar el cortejo procesional debidamente formado por hermanos – cofrades y asistencia de otros hermanos de cofradías penitenciales y de gloria de la capital almeriense, camino desde la sede canónica hasta la Capilla situada en el interior del Coso Taurino de la Avenida de Vilches. Cortejo formado por un centenar de hermanos, dirigido por el Diputado Mayor Sergio Aguilar Cobos, portándose simbología cofrade propia de esta corporación penitencial durante el traslado, contrayéndose a la Cruz de Guía, hermanos/as con cirio, Estandarte corporativo o “Bacalá” , Cruz parroquial y acólitos turiferarios, ceroferario y crucífero.

La imagen sagrada de María Santísima de la Esperanza Macarena iba en un paso adaptado para el traslado y portado a hombros por unos 16 hermanos – costaleros más el capataz, configurándose el cortejo con la presidencia del Hermano Mayor Adrián Martínez Carretero y la Teniente Hermano Mayor Rosa María Hernández Pérez, Junta de Gobierno y el acompañamiento pastoral y espiritual del Rvdo. P. Vasyl Diakiv, revestido con los atributos eclesiales. Cortejo que peregrinó en absoluto silencio, el cual impregnaba esta rectitud procesional del catolicismo popular en los cientos de fieles y cofrades que presenciaron la comitiva por las calles Nuestra Señora de las Mercedes, Acosta, Avenida de Vilches, Circunvalación de la Plaza de Toros y Puerta Grande de entrada al coso taurino hasta la Capilla.

Salida de San Ildefonso. Salida de San Ildefonso.

Salida de San Ildefonso.

En la pequeñita y coqueta Capilla taurina, la Virgen de la Esperanza Macarena podrá ser venerada, especialmente, por los diestros y subalternos a pie y caballo, así como, otros intervinientes en los festejos taurinos organizados por la empresa José María Garzón, de Lances de Futuro, con motivo de la feria y fiestas en honor a la Virgen del Mar, Patrona Coronada y Alcaldesa perpetua de la capital almeriense. El regreso de la imagen sagrada a la iglesia de san Ildefonso será el día 24 de agosto, a la misma hora, siguiendo el mismo recorrido de la ida.

Puede decirse, que, tras una media hora de duración, este traslado de la imagen religiosa en este día tan señalado para la cristiandad se ha realizado con una magistral organización que ha impregnado a los fieles y cofrades que presenciaban el séquito penitencial y de gloria, el verdadero sentido de autenticidad cofrade en la religiosidad popular almeriense, expresado en el fervor y devoción que ha despertado en los fieles este hecho extralitúrgico de sublime humildad y sencillez franciscana

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