Mañana triunfal y colofón de los almerienses en el coso de Vilches

Sensacional Diego Ventura, voluntarioso El Cordobés, técnico Manuel Jesús El Cid, entregado Jesús de Almería, magistral Torres Jerez y explosión de Cabrera Magnífica entrada en una mañana apacible para disfrutar de la fiesta

Jesús de Almería y Torres Jerez salieron a hombros por la Puerta Grande.
Jesús de Almería y Torres Jerez salieron a hombros por la Puerta Grande.
José A. García

14 de marzo 2016 - 01:00

Mañana soleada y de calor en la Plaza de Toros de Almería para disfrutar, por segundo año consecutivo, de la Fiesta de los toros en los meses previos a la Feria. El empresario y torero almeriense, José Gabriel Olivencia, volvió a organizar un festejo taurino para dar la bienvenida a la primavera y, prácticamente, rozó el lleno absoluto pese a los tiempos que corren, algo de alabar en favor del diestro.

A las doce de la mañana dio comienzo el festejo. Los alumnos de la Escuela Taurina de Almería reivindicaron la tauromaquia saliendo al ruedo con una pancarta donde se leía: "Los toros: cultura, raíces y libertad de un pueblo. Almería con la tauromaquia". Seguidamente los profesionales hicieron el paseíllo en el albero de Vilches para comenzar el espectáculo.

El primero en saltar al ruedo fue el rejoneador Diego Ventura al que la afición le tenía ganas tras varios años sin acudir a la Feria Taurina en honor a la Virgen del Mar. El jinete dio muerte a Frasco, un todo de noviembre del 2012 y de 550 kilos de su propio hierro de Los Espartales. Ventura lidió a un toro de mucha fuerza e ímpetu. Comenzó poniéndole dos buenos rejones de castigo. Luego, con el caballo Romeo le colocó dos pares de banderillas. Con Ritz puso otras dos largas tras dos grandes quiebros con los que disfrutaron los aficionados almerienses. El jinete sacó a Remate para poner las banderillas cortas y dos más al violín. Con el mismo caballo le colocó al toro el rejón de muerte con el que la res se echó al suelo. El presidente le concedió dos orejas tras petición mayoritaria del público.

Manuel Díaz 'El Cordobés' fue el siguiente en saltar al alberto de Vilches. Lidió a Dichoso, de septiembre de 2012 y 408 kilos de peso. El mediático diestro estuvo voluntarioso con el capote con varias chicuelinas. Con la muleta, el torero desplegó buenas faenas ante un toro de Murube bastante complicado. El matador lo intentó con derechazos y no faltó su particular salto de la rana. Tras un aviso, El Cordobés pinchó a la primera y logró media estocada a la segunda. Con el descabello se echó el toro. Aplaudió desde el centro de la plaza.

Manuel Jesús El Cid, que sustituyó a Fran Rivera en el cartel, fue el tercer profesional en saltar a la plaza. El diestro de Salteras, al igual que El Cordobés, estuvo voluntarioso. Muy elegante, como es costumbre en él, con el capote y fino con la muleta. Enfrente Marquito, un toro de 473 kilos de noviembre de 2012. El sevillano lidió al, posiblemente, peor toro de la tarde. No logró sacarle partido y le dio muerte tras intentar varias faenas con la muleta que no cuajaron. Pinchó a la primera y ala segunda logró una estocada contraria con la que el toro se echó al suelo. Consiguió una oreja tras petición mayoritaria.

Tras el descanso fue el turno de los tres almerienses. El primero en actuar fue Jesús de Almería, que sustituyó en el cartel a Juan José Padilla (herido en Valencia). El diestro local dio muerte a Sorbito, un toro de septiembre de 2012 y 493 kilos. Entregado es la palabra que define al torero de la tierra. Estuvo muy bien con el capote e intentó todo con la muleta. Pese a la premura de sustitución, Jesús no defraudó y brindó un gran espectáculo a su público. Logró una estocada completa con la que cayó el toro. Obtuvo dos orejas tras petición mayoritaria del público.

Torres Jerez llenó de técnica y de torería mañana. El diestro local demostró estar un escalafón por encima del resto con su sensacional despliegue de recursos. Muy bien con el capote y mejor aun con la muleta. Dio muerte a Milano, un toro de 450 kilos de septiembre de 2012 que, por cierto, dedicó a Juanfran, aficionado taurino fallecido recientemente. El de la Plaza Vieja estuvo de diez dándole espacio y tiempo al toro en todo momento y cuajando una grandiosa faena de mucha transmisión. Pinchó a la primera y a la segunda logró una estocada delantera baja con la que el toro se echó al suelo, obteniendo dos orejas tras petición mayoritaria.

El último da la tarde fue para el novillero José Cabrera. El almeriense se doctoró en la plaza que le vio crecer y estuvo sublime ante un complicado novillo de 420 kilos y de nombre Vitito, de septiembre de 2012. Comenzó su faena con el capote con dos largas de rodillas. Estuvo sensacional en el tercio de banderillas y derrochó arte y valor con la muleta aunque el novillo no le respondió como quería. Cabrera lo intentó todo y el público le premió con una merecida ovación pese a pinchar con el descabello tras no echarse el toro después de su estocada a la primera.

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