Cuando Manolo Escobar paseó por Almería con Ágata Lys

Almería

El cantante ejidense le enseñó la ciudad a la actriz, recientemente fallecida, en junio de 1973 cuando grababan la película “Me has hecho perder el juicio”

Cuando Manolo Escobar paseó por Almería con Ágata Lys
Cuando Manolo Escobar paseó por Almería con Ágata Lys / D.A.
José Manuel Bretones

Almería, 30 de enero 2022 - 06:00

La silenciosa y reciente muerte de la actriz Ágata Lys ha hecho recordar a muchos sesentones almerienses la presencia de la actriz vallisoletana en nuestras calles. La primera ocasión en la que viajó a la provincia fue en 1972 para grabar en el desierto de Tabernas la película “Un, dos, tres dispara otra vez”. Un “spaguetti western” del director argentino Tulio Demicheli, en la que Eduardo Fajardo hacía de director de banco. Aún no tenía la etiqueta de atractivo erótico y era casi más Margarita García San Segundo que Ágata Lys. Se estrenó en agosto del año siguiente y consiguió una recaudación en las taquillas españolas de 16,5 millones de pesetas de la época.

La actriz volvió a Almería el 12 de junio de 1973. No llegó sola al aeropuerto, sino acompañada por su esposo y el productor Alfredo Fraile. Luego aterrizó todo el elenco y técnicos de la película “Me has hecho perder el juicio” protagonizada por Manolo Escobar y Paca Gabaldón, cuyos exteriores se grabaron aquí bajo la dirección de Juan de Orduña. Y fue el cantante ejidense y su esposa Anita quienes hicieron durante tres días de guías turísticos por la capital. Ágata Lys recorrió el Paseo, la Puerta de Purchena, el casco viejo, el Puerto, La Alcazaba o el Club de Mar acompañada por el sonriente, cariñoso y cercano Manolo Escobar.

Antes, la actriz ya había grabado en Tabernas el “spaguetti western” “Un, dos, tres dispara otra vez”
Disco
Disco / D.A.

Actores y productores se alojaron en el “Gran Hotel”, por cuyas inmediaciones pululaban jóvenes con una libretilla y un boli “Bic” en la mano por si conseguían un autógrafo de la diva. El artista consolidado era Manolo, pero los jóvenes y adolescentes almerienses rebosantes de testosterona se acercaban al lugar para ver en carne y hueso a una “sex simbol” de la época. Ágata Lys apenas tenía veinte años, pero ya era conocida por sus encantos como azafata del “Un, dos, tres” de Don Cicuta y por sus películas picantonas. Decían que cobraba un millón de pesetas por cada papel.

Es verdad que entre los muchachos almerienses de aquel lejano 1973 existía disparidad de opiniones sobre la identidad de quién era la verdadera “sex symbol” hispana. Hoy, medio siglo después, se puede afirmar que a todos les gustaban todas; no obstante, cada una de ellas levantaba en cada quien distintas sensaciones difícilmente comprensibles desde el punto de vista científico. Nadiuska era el paradigma de la belleza gélida e inalcanzable: pasión helada; la simplicidad lingüística de María José Cantudo le restaba encanto, así como su matrimonio con el galán Manolo Otero -que nunca sabremos si hablaba cantando o cantaba hablando-; Amparo Muñoz, ídolo de belleza universal, era como hincar la pica en otro planeta; Susana Estrada era la preferida de los mozalbetes más gamberros porque enseñaba media teta y luego en plan “buscona” “montaba pollos”; a la explosividad de Bárbara Rey se le notaban sus ansias de que, con el destape, quería coronar su fama en lo más alto y Paca Gabaldón imponía porque evocaba a la “comehombres” de sus películas. Tanto, que hasta Manolo Escobar le cantó en La Torre de la Vela aquel trabalenguas de “No me mires/ que miran que nos miramos/ miremos la manera de no mirarnos/ no nos miremos, no nos miremos/ y cuando no nos miren nos miraremos”. Vamos, un lío en su amplio sentido.

El 2 de enero de 1976 estuvo en Almería para asistir al estreno nacional de la película “Una mujer y un cobarde”
Ágata Lys compartiendo portada de revista con María José Cantudo
Ágata Lys compartiendo portada de revista con María José Cantudo / Diario de Sevilla

Total, que Ágata Lys era el icono sexual más cercano y accesible, quizás porque ya de niños la veíamos cruzarse de piernas con aquel donaire castellano, uniforme de minifalda y top de cuadros en el inocente programa concurso de TVE. Aplaudía cuando salía de premio un “Seat 131 Supermirafiori” o un apartamento en Torrevieja y gritaba “oooooh” al aparecer la calabaza. Por ese motivo, cuando se corrió la voz de que pululaba con Manolo Escobar, la plebe adolescente se revolucionó y salió en búsqueda de la apodada “Marilyn ibérica”. Sería por sus gestos insinuantes y su melenilla rubia platino…

El cantante la llevó a la inauguración de su peña, en la calle Marcos, y la aglomeración fue tal que dos motos “Ducatis” de los municipales tuvieron que regular el acceso desde la Rambla Alfareros. Cuando subieron al Mesón Gitano a grabar escenas de la película con la música de “Si vas pá la mar”, con Richoly y Sorroche, cortaron la circulación rodada y peatonal desde la calle Almanzor. La repetida filmación de la escena del bikini de Gabaldón en el Club de Mar pobló los alrededores de curiosos, cotillas, fisgones y mirones; vamos, a los que luego llamaron “voyeur”. Ágata Lys también conoció con nuestro paisano los recintos de La Alcazaba, buenos restaurantes o el Puerto… lo que dieron de sí tres días de junio. Decían en la radio que por donde pasaba llamaba la atención por su lozanía, simpatía y juventud, lo que traducido al argot quinceañero de la calle es que “estaba muy buena”.

cartel
cartel / D.A.
En los ochenta actuó en “Galaxia” y en el festival de teatro de Vera
Retrato de Ágata Lys
Retrato de Ágata Lys / D.A.

Dos años y medio después de aquella visita, Ágata Lys regresó a Almería. Fue el 2 de enero de 1976 para asistir al estreno nacional de la película “Una mujer y un cobarde”. La actriz llegó en avión acompañada del director y guionista Silvio Fernández Balbuena. Quienes la vieron allí recuerdan que apareció espectacular en la terminal del aeropuerto, con un oscuro abrigo de piel, un jersey de cuello alto, su perenne melenita rubia de bote y luciendo sus sonrientes labios de rojo carmesí. Mi tía Loli (DEP) se topó con ella en el Hotel Aguadulce y les dijo a mis primos que la Lys no era para tanto… que parecía muy bajilla.

El estreno del film fue en aquella sala que existió detrás del Ayuntamiento, junto a las denigrantes “Perchas”. Acudió mucha gente, pero la película no caló demasiado porque apenas la mantuvieron una semana en cartel y luego rodó por los modestos cines de barrio como segundo plato de otra producción. Lys interpretaba a una prostituta y el actor Rafael Arcos a un sacerdote, pero al público le agradó más su papel en “Me has hecho perder el juicio”. De hecho, tuvo 1.918.940 espectadores según el Ministerio de Cultura y 313.796 “Una mujer y un cobarde”.

La actriz volvió a la provincia varias veces más hasta que decidió retirarse en su apartamento de Benalmádena. En la “Discoteca Galaxia” de El Alquián actuó el 29 de agosto de 1980 con un show de plumas, canciones y destape. El 18 de septiembre de 1987 representó en el pabellón municipal de Vera la obra “No le busques los tres pies al alcalde” con la “Compañía de Teatro Calderón de la Barca”. Y ha ocurrido lo que este autor escribió cuatro siglos antes: “tenemos un Cielo tan piadoso que no envía el daño sin el remedio”. Es verdad: Margarita García San Segundo murió, pero Ágata Lys sigue viva.

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