Un grupo de bailarinas exuberantes junto a varios hombres tocando con sus baquetas el tambor abrían la comitiva. Las brasileñas movían sus caderas a ritmo de samba transmitiendo un espíritu festivo. Eran muchos los curiosos reunidos en la plaza de la iglesia que al borde de las aceras esperaban que diera comienzo el desfile de carrozas enmarcado dentro de la programación de las fiestas de Campohermoso. El pasacalles contó con tres carrozas y una cabriola decorada con farolillos de colores.

Desde las ocho y media de la tarde los niños, en su mayoría vestidos de flamencas y gitanillos, esperaban impacientes la llegada de las carrozas procedentes del recinto ferial. A eso de las nueve hacían su entrada y con anhelo los pequeños tomaban su hueco en las carrozas.

En la primera viajaba el reinado juvenil con el míster. En la segunda, la reina y rey infantil. En la tercera -y también en la cabriola-, solo niños que denotaban ilusión en sus caras por asistir un año más a este desfile, que hizo que las calles de Campohermoso se cubrieran de un manto de confeti lanzado desde los carromatos por sus ocupantes.

Cerraba la comitiva de esta cabalgata un grupo de jinetes. En torno a la decena. Los mismos que estos días de fiesta también han puesto un toque andaluz a la feria del mediodía.

Ayer se cerraban las fiestas grandes de Campohermoso tras cuatro intensos días. En esta última jornada los patronos han sido los protagonistas. Primero con la celebración de una santa misa y después con la procesión con las imágenes de San Isidro y la Virgen de la Asunción por las principales calles siempre arropados por sus fieles vecinos.