Manuel Burgos, toda una vida de servicio a los demás

Sus compañeros han querido rendirle homenaje por muchos años de trabajo que ha desarrollado de una manera impecable

Manuel Burgos Domínguez, un hombre de gran  corazón.
Manuel Burgos Domínguez, un hombre de gran corazón.
Jerónimo López / Almería

02 de marzo 2012 - 01:00

Manuel Burgos y Domínguez "por su santa madre" como a él le gusta puntualizar cada vez que se le nombra, nació el día 7 de marzo de 1947 en casa de sus abuelos en la calle Gran Capitán nº 7 de la capital.

Durante su niñez fue cambiando de domicilio a distintos barrios de nuestra ciudad: Los Molinos, Barrio Alto, La Chanca, para residir ya casado, primero en la calle California y después en la Plaza Vicario Andrés Pérez Molina, donde fija su residencia familiar.

Estudió el bachillerato en el Hogar Provincial Virgen del Pilar cuando este se encontraba en la calle Pedro Jover. En esta época generalmente eran las niñas quienes podían realizar el bachillerato, pues tenían el beneplácito de las monjas; el caso de Manuel Burgos fue una excepción y pudo realizarlo.

Con tan sólo 15 años de edad entra a trabajar en el Colegio Oficial de Médicos, cuando se encontraba situado en la calle Doctor Gómez Ulla, pasando posteriormente a la ubicación actual de la calle Gerona.

Después ha trabajado -siempre en Almería- en varias administraciones públicas, como el Instituto Nacional de la Seguridad Social, en la Plaza de Emilio Pérez, en la Subdelegación del Gobierno, en la calle Arapiles, para finalizar su vida laboral en la Diputación Provincial en la calle Navarro Rodrigo.

En todos los sitios por donde ha pasado a lo largo de su vida profesional ha dejado huella, por servicial, buen profesional, y un extraordinario compañero.

A nivel humano, se ha caracterizado por su buen humor, sus educados modales, amigo de sus amigos y sobre todo por ser una gran persona. Se casa con Matilde Hernández Fuentes "su chiquitica", como a él le gusta cariñosamente llamarla, con la que tiene dos hijos, Manuel, actualmente reside en Londres, y su hija María del Mar, que ejerce su profesión como Trabajadora Social.

Sus compañeros de Diputación quieren darle el homenaje que tanto merece por su jubilación que se producirá el próximo día 7 de marzo, por lo que hoy han organizado una comida en su honor, en el Restaurante Catamarán, donde compartirán momentos y multitud de anécdotas y recuerdos entrañables sobre su vida y su paso por Diputación.

Deseándole lo mejor en esta nueva etapa que va a comenzar y animándole a que siga practicando una de sus aficiones preferidas, la de viajar y seguir recorriéndose medio mundo en esos cruceros que siempre le han encantado hacer.

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