Manuel Pérez reivindica su autoría en el documental sobre Walt Disney

El almeriense Manuel Pérez denuncia que le han 'robado' el documental que preparaba sobre la hipótesis de que Walt Disney hubiera nacido en Mojácar. Tras varios años de investigaciones, Manuel Pérez se asoció con Juan José Abad para hacer realidad la historia. Abad se convertiría en el productor del proyecto puesto que hipotecó su invernadero para poder financiar el trabajo. Ambos se pusieron en contacto con la empresa madrileña 'Pequeño Produce P.C.' para llevar a cabo el ambicioso proyecto.

El director artístico era Eduardo Soler y el productor ejecutivo Javier Ercilla. Pero Manuel Pérez no aparece en los créditos del documental 'Disney a través del espejo', dirigido por Eduardo Soler, del que se han ocupado 'La 2' de Televisión Española y la última edición del festival 'Almería en Corto'. Sin embargo se debe a él toda la investigación que recoge que el verdadero nombre de Disney pudo ser José Guirao Zamora, hijo de Isabel Zamora y del doctor Guirao, una pareja de amantes clandestinos que vivía en Mojácar en el año 1900. Católicos hasta la médula temían la reacción de los vecinos y decidieron esconder el embarazo. Isabel emigró a Chicago, donde vivía un hermano suyo, y cuando tuvo al bebé lo entregó en adopción a la familia Disney, que borró para siempre su origen bastardo, según la leyenda.

Inicialmente Manuel Pérez y Juan José Abad iban a titular el documental 'El enigma Disney' y se había contactado con el grupo Axioma para que hubiera escenas teatralizadas de la supuesta llegada a América de la joven almeriense.

Todo parecía ir bien hasta que llegaron las desavenencias que acabaron en ruptura total.

Según relata Manuel Pérez, "era una idea original mía, incluso un alcalde de Mojácar entregó una subvención y encargó una investigación. Con aquellos indicios traté de profundizar en el tema. Me parecía una idea extraordinariamente romántica. Los primeros problemas llegaron con los contenidos y al estar totalmente en desacuerdo se me fue relegando a un papel cada vez más secundario, de dirección pasé a guionista, luego a documentalista, luego a un simple personaje del documental hasta que la situación era insostenible y se me obligó a abandonar totalmente el proyecto. Fue uno de los palos más duros que he recibido en mi vida. Considero que se me ha sustraído completamente todo ese trabajo, toda esa idea, toda esa ilusión, de lo que todavía me estoy reponiendo y pienso que la forma de actuar, tanto del productor de Almería, como de la empresa madrileña, ha sido totalmente deshonesta y antiética".

Manuel Pérez reconoce que cometió varios errores en su relación con la productora madrileña, "porque firmé una carta cediéndoles todos los derechos de mis cuatro años de trabajo e investigación por una cuestión de operatividad, para que pudieran pedir todas las subvenciones. Yo confié demasiado en el productor almeriense como en la empresa madrileña por una apuesta personal, pero ya he aprendido la lección y es algo que no se puede hacer. Juan José Abad, que reunió algo más de 100.000 euros con la venta de sus bienes, apostó por la empresa de Madrid porque le ofrecía más garantías que yo. Lo podíamos haber arreglado en su día y podíamos haber llegado a un acuerdo en su momento, pero ya no. Fui aceptando una serie de cosas que desde el principio no tenía que haber aceptado, pero lo hice por el bien de la película. Llegó un momento en que la baraja cayó y se rompió por la parte más débil en ese momento, que era yo", se lamenta Manuel Pérez.

Recuerda que se le ocultaban las gestiones que se realizaban para intentar apartarle del proyecto y en un momento dado "llega el se acabó, no me voy pero intento recuperar las riendas de lo que yo creo que debía ser el contenido del documental, sobre todo cara al público, porque teníamos una responsabilidad al tratarse de un tema tan importante".