Mapa del Ruido de Almería

Analizan las zonas de la capital con mayor y menor nivel de ruido

  • Un estudio determina que el tráfico es el principal foco de ruido. Autovía del aeropuerto, carretera de Ronda y Vía Parque, entre las más ruidosas frente a otras, como calle Descanso, que hacen honor a su nombre

La avenida de Cabo de Gata soporta una media de 2.476 vehículos al día

La avenida de Cabo de Gata soporta una media de 2.476 vehículos al día

El Mapa de Ruido del municipio de Almería vuelve a la web del Ayuntamiento de la capital, donde puede ser consultados los varios volúmenes que conforman el estudio estratégico elaborado para diagnosticar los niveles de contaminación acústica que soporta la ciudad y determinar las medidas para apagar las fuentes de ruido. La principal, según determina este análisis, es el tráfico rodado con tres arterias conflictivas: la autovía del aeropuerto, la carretera de Ronda y la Vía Parque (calle Nicolás Salmerón).

Las empresas especializadas contratadas por el Ayuntamiento de la capital (Tecnitax Ingeniería, Eygema y Acusttel), para evaluar la situación acústica de Almería y elaborar el Mapa del Ruido, concluyen, a raíz de las mediciones llevadas a cabo y cálculos matemáticos, que la mayoría de los almerienses disfruta de una ciudad, en líneas generales, poco ruidosa al estar por debajo de los decibelios legalmente permitidos. Según el diagnóstico, el 84,9% de la población, que equivale a 104.604 personas, está por debajo de los 65 dB durante el día, mientras que por la tarde el porcentaje se eleva en casi un punto, si bien la vida nocturna almeriense parece, a tenor de los datos registrados, mucho más activa.

Durante el periodo nocturno, los residentes libres de exceso de ruido descienden a 129.011 personas, lo que supone que un 77,9% de la población descansa con unos niveles situados por debajo de los 55 dB permitidos. ¿Pero qué pasa con el resto?

La mayoría tiene que convivir con la contaminación acústica, cuyo principal foco de emisión es el tráfico rodado, “muy destacado en relación a otras fuentes de ruido como el tráfico ferroviario y las actividades industriales y terciarias”, entre ellas la hostelería, lo que hace afirmar a los expertos que “el tráfico urbano genera la mayor cantidad de población afectada, ya que los conflictos por carreteras se localizan en las inmediaciones de éstas”.

Como cabe esperar, debido al volumen de circulación y a la velocidad, son las entradas a la ciudad las que soportan más ruido. Así el estudio recoge como arterias rojas desde el punto de vista de la contaminación acústica la A-7, la carretera de Ronda, la N-340a (tramo Torrecárdenas-A-7) y la N-332 (tramo La Cañada-aeropuerto).

Dentro del casco urbano –lo que el estudio denomina “aglomeración–, se identifican como “principales focos de ruido”, además de las ya citadas autovía del Aeropuerto, carretera de Ronda y Vía Parque, la avenida del Mediterráneo, carretera de Sierra Alhamilla, calle Manuel Azaña, calle Costa del Sol, Reina Regente y La Marina.

Oídos afortunados desde este punto de vista son los residentes en calles tan silenciosas como Úbeda, Infanta, Palos de la Frontera, Descanso o la avenida Gaspar Vivas.

El estudio, a la hora de realizar las evaluaciones, también ha divido la ciudad en siete distritos y tres niveles: adecuado, donde la suma de la población está por debajo de los decibelios marcados para zonas residenciales (65 dB día/tarde y 55, noche); aceptable, cuando la población tolera un rango entre 65-70 decibelios en horario diurno y vespertino, y de 55 a 60, por la noche; y mejorable, que representa a aquella población que soporta niveles superiores.

Aprecia que “no hay ningún distrito que baje del 76% del nivel adecuado”, lo que representa que la “población está dentro de los objetivos de calidad para la zona residencial”. Abunda el diagnóstico al respecto que, los indicadores del periodo de tarde, los porcentajes del rango adecuado mejoran de forma notable superando los distritos 3 (abarca Chanca, Pescadería y parte del paseo del parque Nicolás Salmerón), 5 (Plaza de Toros, Cerro de San Cristóbal, Fuentecica-Quemadero y Esperanza), y 6 (zona noreste de la ciudad y al norte, limita con avenida San Juan Bosco, calles Perú y Manuel Azaña, y autovía del Aeropuerto), los porcentajes del 89%. El peor registro se lo lleva el distrito 1 (centro histórico, delimitado por las calles San Juan, Santa María, Pedro Jover, Reina, Eduardo Pérez, Real, Las Tiendas y Antonio Vico), con un 78,3%.

Los indicadores durante el turno de noche revelan una empeoramiento de la contaminación acústica en todos los distritos con “importantes porcentajes de la población afectada”, especialmente en el distrito 2, que también es centro histórico, sin llegar a Obispo Orberá, la Rambla y Nicolás Salmerón.

Las medidas correctoras están ya en marcha por parte del Ayuntamiento. A la limitación de horas de actividad de las terrazas, se han sumado medidas como relantizar la velocidad de circulación en el centro histórico, el empleo de asfalto fonoabsorbente en las próximas obras o poner radares pedagógicos en la Vía Parque.

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