Matan en Valencia el médico peruano que ejercía sin título

La policía investiga el fallecimiento por estrangulamiento de Andrés Palomino que practicó la pediatría en Adra y destapa su relación con tres crímenes en Perpignan

Andrés Palomino en su detención en Francia.
O. L. · Redacción / Almería

24 de junio 2012 - 01:00

Agentes de la Policía Nacional están investigando la muerte de un hombre de 68 años, que fue hallado sin vida el pasado jueves en el piso en el que residía en la calle Venezuela de Valencia, en el barrio de Patraix. Según han confirmado fuentes policiales, aunque en principio el cuerpo no presentaba signos de violencia, la autopsia ha determinado que la muerte fue violenta. Según publica el diario Levante la víctima, que falleció estrangulada, es Andrés Palomino, un médico peruano que fue detenido en 2009 en Almería por intrusismo profesional, aunque quedó exonerado porque sí que tenía el título homologado en España. El fallecido ha trabajado en diversos centros de salud y hospitales en todo el país. Sobre él pesaba la sospecha de haber tomado parte en al menos tres crímenes en la localidad francesa de Perpignan y, aunque quedó absuelto de los mismos, la Policía gala nunca ha cerrado la investigación sobre los mismos, ni ha abandonado las sospechas que pesaban sobre el médico.

Según el rotativo valenciano, Andrés Avelino Palomino vivía en una habitación alquilada en una finca de la calle Venezuela y su cuerpo sin vida fue encontrado sobre las 20:30 horas del jueves gracias a la llamada de auxilio del matrimonio suramericano que compartía vivienda con él. Al parecer, empezaron a sospechar que algo le sucedía al reparar en que llevaban dos días sin verlo y que de la habitación salía un fuerte hedor.

Según el periódico Levante "una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía acudió al domicilio y encontró a Palomino, ya muerto, tirado en el suelo con sangre bajo el rostro. La habitación estaba en perfecto orden, cerrada, sin señales de violencia y el hombre estaba vestido. En un primer momento, el forense determinó que se trataba de una muerte por causas naturales".

Aún así, al no existir un diagnóstico previo que justificase la muerte por causas patológicas, el juez de guardia ordenó el traslado del cuerpo al Instituto de Medicina Legal para que los forenses le practicasen la autopsia y averiguasen la causa del fallecimiento. El examen del cadáver, llevado a cabo ayer por la mañana, detectó marcas compatibles con un estrangulamiento, por lo que la juez de guardia alertó a la policía para que iniciase la investigación.

Las mismas fuentes confirmaron que fueron agentes del grupo de Homicidios interrogaron a lo largo de todo el día de ayer a los vecinos de la finca y a la pareja que residía con Andrés Palomino, así como a los comerciantes más próximos, aunque poca gente tenía relación con el fallecido. El propietario de un locutorio ubicado en la misma calle, Jibran, declaró a Levante que la víctima "solía acudir para hacer llamadas y nos contaba que había trabajado como médico en varios hospitales". Además, le dijo que "había estado una temporada viviendo en Granollers" y agrega que "a veces le escuchaba hablar en francés". Otra vecina, afirmó que apenas si ha cruzado unas cuantas frases con Palomino, quien, al parecer, no era demasiado sociable.

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