Medio Ambiente cancela el billete a Marruecos de medio millar de tortugas

No son autóctonas, pero investigadores desaconsejan el traslado al país de procedencia Otro millar de la especie peninsular ha sido liberado en Sierra Cabrera

Una tortuga mora con su cría se pasea en libertad por Sierra Cabrera.
Una tortuga mora con su cría se pasea en libertad por Sierra Cabrera.
María Victoria Revilla

05 de octubre 2015 - 01:00

Con el reciente endurecimiento del Código Penal, son muchas las familias almerienses las que han preferido entregar sus tortugas moras antes de arriesgarse a una pena de cárcel. Pero no todas las que han llegado al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), de las Alhomallas, en el parque natural de Sierra María-Los Vélez, son autóctonas. Medio millar procede de Marruecos y la intención de la Junta de Andalucía era la de devolverlo a su habitat de origen, un traslado que ha sido finalmente suspendido por motivos de "precaución sanitaria y genética".

La Junta ha consultado al Ministerio de Medio Ambiente que, a su vez, ha cuestionado sobre esta traslado a diferentes investigadores, los cuales desaconsejaron la devolución de los ejemplares criados en Almería a Marruecos por las citadas causas.

El 30 de marzo, con la publicación de la modificación del Código Penal en el Boletín Oficial del Estado, se puso fin -o se espera- a la tenencia de especies protegidas, como es el caso de la tortuga mora, con multas y penas que pueden llegar hasta dos años de prisión. Se daba de plazo hasta el 1 de julio para que aquellos particulares que tuviesen en casa como mascota un ejemplar de Testudo graeca, la única tortuga terrestre autóctona de la Península Ibérica, se pusieran en contacto con la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, que puso en marcha un dispositivo de recogida de los ejemplares que los ciudadanos han ido cediendo al Seprona, a la Policía Autonómica y también al CREA.

La Delegación de Medio Ambiente ha recibido un total de 2.322 tortugas, cifra contabilizada hasta el pasado mes de agosto, de los cuales el 61% carácter autóctono y el 39% no.

Tras constatarse el buen estado sanitario por parte de los veterinarios, la mayoría de las tortugas autóctonas, concretamente 1.268 ejemplares, han sido utilizadas para repoblar distintas zonas de Sierra Cabrera, en las que se había producido la extinción local de la especie como consecuencia de los incendios acontecidos hace unos años. Para comprobar la adaptación de las tortugas a su nuevo medio, a largo de los próximos años, técnicos especializados realizarán un seguimiento de estas reintroducciones.

El resto de las tortugas, a excepción de 122 que tuvieron que ser sacrificadas debido a su mal estado de salud y al riesgo que presentaban de transmitir enfermedades, permanecieron en el Centro de Recuperación. Posteriormente, y con el fin de evitar una saturación de animales y dotar a éstos de unos lugares más adecuados y amplios para su estancia, una parte de los ejemplares adultos, han sido trasladados a otras instalaciones similares que la Consejería posee en otras provincias.

Tanto en el CREA, como en el resto de instalaciones receptoras de tortugas, machos y hembras, así como las autóctonas y de procedencia dudosa, se mantienen separados para impedir que se reproduzcan, y evitar de este modo que el stock de tortugas siga creciendo.

Desde la Delegación de Medio Ambiente se insiste en que el comercio y la posesión de especies protegidas se encuentra prohibido por la legislación ambiental y que para su conservación se considera "vital la colaboración ciudadana e institucional, sin la cual difícilmente se podrían desarrollar acciones de este tipo".

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