Medio siglo dando vida a los hogares

La tienda de muebles Rabriju puede presumir de ser la más antigua de Almería · Desde que el padre de la mujer de Juan Antonio abrió en el año 1975 se mantiene intacta y en el mismo lugar que hoy

Medio siglo dando vida a los hogares
Medio siglo dando vida a los hogares
Juan R. Belloso / Almería

13 de agosto 2008 - 01:00

La historia de la tienda de muebles Rabriju, la más antigua de la capital, daría para escribir un libro. Cuando a Almería le faltaban todavía algunas letras, en el año 1948, esta familia de carpinteros fabricaba muebles a nivel nacional.

En aquellos años el suegro de Juan Francisco García Soriano, actual propietario del negocio, Rafael Cazorla Plaza, hacía sus primeros pinitos con la sierra y el martillo. Rafael creció en el lecho de los Rabriju y aprendió muy rápido el oficio. Tanto fue así que de ebanista pasó a oficial y al poco tiempo se estableció por su cuenta en la calle Garcilaso, junto a la Plaza Marín. "Esta familia puso en venta el comercio y mi suegro se quedó con él. Por la fuerte amistad que los unía respetó su nombre, que se mantiene intacto en el cartel de la entrada desde 1975 hasta el día de hoy", explica, junto su hijo Juan y su mujer María de Mar.

Cuando Rafael se jubiló, en el año 1993, Juan y María se hicieron cargo del negocio. Antiguamente se vendían los muebles clásicos, construidos en madera inglesa y holandesa. También estaban los castellanos,fabricados con madera de pino. La tienda tuvo muy buena acogida, porque no tuvieron apenas competencia.

A raíz de su antigüedad, han tenido que cambiar constantemente de muebles. Como asegura Juan Francisco, "es un oficio muy similar a la moda porque cada año nacen tendencias nuevas. Mi mujer y yo íbamos repatiéndolos por las casas en una furgoneta y siempre nos han reclamado nuevas decoraciones".

Los muebles de Rabriju provienen de Córdoba, Granada el Levante y Jaén. En cada época se lleva un estilo. En la actualidad la gente solicita líneas rectas y minimalistas; muy comunes entre la gente joven. Los aglomerados, las chapas barnizadas, la melanina, la madera de fresno, el nogal, el roble o el caoba son algunos de los materiales con los que trabaja la familia García quienes, a su vez, se niegan a vender las maderas provenientes de Asia: son más baratas pero dejan que desear en cuanto a su calidad.

La crisis también les afecta, pero en menor medida que a otros negocios. "Lo notamos sobretodo a principios de año. Todo es una cadena y claro que nos afecta. Si no hay construcciones, tenemos menos trabajo. Por suerte nuestra labor se centra principalmente en la restauración de los hogares. Por eso no hemos sufrido muchos problemas", explica.

El hombre de hoy es más exigente que el de ayer. Antiguamente eran las mujeres quienes llevaban la batuta en el sistema de decoración de sus casas. "Nos dan más miedo los hombres. La mujer se fija en lo bonito, en el contraste de colores. El hombre estudia los acabados y es más exigente. Es normal, antes un dormitorio decente costaba entorno a las 30.000 pesetas y el más barato de hoy sobrepasa los 3.000 euros", concluye.

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