Memoria del poeta con corazón de cebolla

La cebolla es escarcha, cerrada y pobre. Escarcha de tus días y de mis noches...

Otro tiempo. Otro lugar. El claustro de la Escuela de Arte es el epicentro del recuerdo. Miguel Hernández comienza a estar presente desde ayer. O mejor, aún más presente. Durante el curso académico, los estudiantes han seleccionado, del amplio poemario del genio de Orihuela, aquellos versos con los que se sentían más identificados. Todos ellos han sido alumnos de los talleres de grabado, metales, cerámica y gráfica publicitaria. "Hemos querido aprovechar que el año pasado tuvo lugar el centenario de la muerte de Miguel Hernández, y lo hemos hecho contando con la participación activa de todos los jóvenes y del equipo docente, que se ha volcado en que lo que presentamos sea posible", asegura el responsable de la exposición, José Martín Pastor.

Los participantes han tomado como suya una de las poesías, dándole forma como mejor saben. Con las manos. Muchas de las últimas creaciones presentadas, han sido realizadas durante las pasadas Jornadas Politécnicas. De ese modo, las paredes están llenas de cuadros, con color, escala de grises. De las que quedan en la memoria por los siglos de los siglos. No ha sido demasiado costoso darles forma. Llama la atención y dan vida. Algunos cuadros llevan plasmados versos, que en su tiempo fueron de desesperanza y hoy día son un alegato a la esperanza. O un saber mirar hacia atrás, que el pasado no está para borrarlo.

No obstante, son muchos los jóvenes que han decidido aportar su granito de arena en esta exposición homenaje. la profesora de FOL María Dolores Martínez, pasea entre las obras observando cada detalle. "Creo que son formidables, hay mucha complejidad en los trazos, desconozco las técnicas pero lo que veo me parece bastante bueno". Corrobora esta opinión Tony Segura, alumna de Grabado y Estampación. "He presentado cuatro de mis obras". Para una amante de la poesía como ella, "no ha sido demasiado complicado representar a Miguel Hernández".

El coordinador de la exposición detiene su mirada en cada una de las expresiones artísticas. "Muchos de los que han presentado sus trabajos, al hacerlo todos al mismo tiempo, han coincidido en algunos poemas, por eso hay obras repetidas". Por ejemplo, Tus cartas son un vino, cuentan experiencias vividas y dan la posibilidad de que el autor mezcle los colores rojo y negro con su maestría especial. También el caso de La Palmera, que ha servido de inspiración a María del Mar Muñoz y Martina Delgado para sus trabajos.

Cantadas por el catalán Joan Manuel Serrat, la Nana de la cebolla se ha convertido casi en un himno para los seguidores del de Orihuela, al igual que la Elegía a Ramón Sijé. Todas ellas forman parte del elenco seleccionado, que desde ayer es una ventana más al mundo abierta desde la Escuela de Arte de Almería. El 125 aniversario de esta institución da la posibilidad de conocer algo más los misterios de las letras.