La antigua estación de trenes no es el único edificio de la capital almeriense que ha visto eternizarse hasta el infinito su reconocimiento como monumento. El Mercado Central le sigue a la zaga pues lleva esperando 44 años a ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC), una más que merecida protección que a este inmueble se le resiste, si bien tiene ante sí una nueva oportunidad. La propia Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía está confeccionando un nuevo expediente para conseguir esta figura de protección del patrimonio histórico, en la categoría de monumento.

Diseñado por Trinidad Cuartara bajo los cánones de la llamada arquitectura del hierro, fue el primer mercado de abastos que tuvo la capital, ya que hasta la conclusión de las obras en 1897, los intercambios de productos se hacían en puestos ambulantes concentrados en distintos puntos de la ciudad, la costumbre desde la Edad Media. Su valor histórico y también arquitectónico está siendo documentado por la Delegación Territorial, aprovechando la resolución del 19 de mayo de 2022 por la que la Consejería delega la capacidad de incoar este tipo de expedientes desde sus oficinas provinciales.

En virtud de esta resolución, el departamento que gestiona José Vélez está culminando el informe al objeto de incoar el expediente para la declaración de la plaza de abastos como BIC, una aspiración que, por una u otra causa, se ha visto frustrada en las últimas cuatro décadas con cinco expedientes abordados, pero que quedaron inconclusos.

En 1979, la Dirección General del Patrimonio Histórico-Artístico, Archivos y Museos del Ministerio de Cultura elaboró el cuestionario de recogida de datos del Inventario de Patrimonio Arquitectónico de interés Histórico-Artístico e incluía el Mercado Central. Se pensaba que la Plaza ya recibía su correspondiente reconocimiento hasta el punto que el Ayuntamiento de la capital solicitaba, 18 años más tarde, autorización para hacer un cambio de persianas, llevándose la sorpresa de que el edificio no había sido objeto de declaración o catalogación alguna. Un año después, la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Almería incorporaba la Plaza al Catálogo de Bienes Protegidos, en el nivel 1, pero seguía siendo sin ser BIC.

El Mercado volvía a probar suerte en 2007 con un nuevo informe que obtuvo su aprobación por la Comisión Provincial de Patrimonio en 2009. Ese mismo año, la Delegación Provincial solicitó la tramitación urgente del expediente de incoación debido a que el Ayuntamiento ya tenía un proyecto de rehabilitación total del inmueble. Pero el intercambio de escritos por subsanaciones de errores y otras cuestiones demoran el proceso hasta julio de 2012, cuando la Junta procede a dar traslado a la Administración General del Estado para su constancia en el Registro correspondiente. Sin embargo, finalmente, la Plaza no llegó a ser inscrita puesto que mientras se tramitaba el expediente las obras previstas en el Mercado Central se ejecutaron, lo que supuso un cambio sustancial en el edificio que invalidó la documentación técnica.

Tras la reforma, que posibilitó el reflorecimiento de la Plaza con un diseño que mereció el Premio Arco de Arquitectura, y ya en 2020, de nuevo la Delegación Territorial de Cultura solicita la incoación de un nuevo expediente para la declaración de BIC, inconcluso.