El Mercado abrirá en 2017 tras un intenso 'lavado de cara'

Es uno de los iconos de la localidad y punto neurálgico para muchos vecinos que día sí y día también buscan adquirir los mejores productos alimenticios. Se trata del Mercado de Macael, una instalación perfecta para medir el ajetreo en esta localidad del Valle del Almanzora y que estos días vive también su particular ajetreo por las obras que están permitiendo su total remodelación para adecuarlo a los tiempos que corren mejorando su habitabilidad y accesibilidad.

El Ayuntamiento de Macael llevaba ya varios años planificando las obras de mejora de esta instalación tan querida entre los vecinos y por ello optó por aprovechar el Plan de Fomento de Empleo Agrario (PFEA) y los Planes Provinciales de la Diputación Provincial para acometer el proyecto en dos fases con una inversión superior a los 150.000 euros.

En la primera fase, los trabajos consistieron fundamentalmente en mejorar el interior de la instalación y supusieron una inversión de 99.900 euros a través del PFEA y que dieron empleo a más de 20 trabajadores.

Ahora en la segunda, ya a través de Planes Provinciales, se está reformando toda la fachada exterior y creando los habitáculos que conformarán el esqueleto del mercado. En total, la instalación va a tener nueve puestos de venta y un bar-cafetería que vendrá a mejorar la oferta comercial de esta localidad del Valle del Almanzora y, que por ende, dará la oportunidad de autoempleo a diez familias del municipio.

El alcalde de Macael, Raúl Martínez, ha señalado que el objetivo de los trabajos es "intentar que sea una Plaza de Abastos al uso donde los vecinos puedan encontrar productos de pescadería, carnicería y frutería".

Los trabajos ya están muy avanzados, con el interior prácticamente finalizado y ahora los trabajadores se centran en la zona exterior con los trabajos en la fachada y la instalación eléctrica.

El Ayuntamiento espera acabar con las reformas en un par de meses y poder abrir de nuevo el mercado para principios del año que viene con una fórmula ingeniosa tal y como avanza Martínez: "Cederemos los locales con un alquiler simbólico para que diez familias del pueblo puedan ganarse la vida mediante el autoempleo". De esta forma, los futuros inquilinos solo tendrán que hacerse cargo de asumir el coste de la luz y el agua y una pequeña porción de alquiler fomentando así la creación de empleo.