Modos de vida en el Fondón decimonónico

El reportaje

La casa popular se resuelve mediante muros de carga, de mampostería a base de piedra y barro, y de tapial, coronados por un alero de losas de pizarra y con mucha menos frecuencia de teja árabe

Modos de vida en el Fondón decimonónico
Modos de vida en el Fondón decimonónico
Pedro Ponce Molina / / Historiador

25 de marzo 2012 - 05:01

EN líneas generales la casa popular de Fondón se configura de la siguiente manera: el vano de la puerta de la calle es de considerable anchura, para permitir el paso de los animales de labor; una habitación, grande y empedrada, da acceso a la escalera de la planta alta, a la cuadra, en algún caso a "cuartos" que pueden utilizarse como dormitorios, y a una especie de pasillo; a ambos lados de éste se disponen varias dependencias, entre las cuales sobresale la cocina-comedor-estar bastante amplia, otras son la despensa, leñera, almacén de apeos, etc.; la planta alta, con su "azotea", se destina a almacén de la cosecha, espacio para el secado de productos agrícolas y a algún ""cuarto"-dormitorio.

Junto a las ventanas, en el segundo piso puede aparecer el balcón, especialmente en el tipo de casa intermedia entre la popular propiamente dicha y la señorial.

Frecuentemente se encuentran, sobre los terrados/las cubiertas, varias "lucanas", soluciones de iluminación cenital para dotar de luz estancias interiores, consistentes en una caseta con cristal en uno de sus frentes.

La cubierta de la casa de Fondón, un terrado plano de launa impermeable, constituye una acabada síntesis sobre los materiales, su elaboración y las técnicas de aplicación, y la posible influencia del medio natural, aunque esto con matices como veremos, en una sociedad agraria tradicional de economía cerrada, El terrado de launa es un sistema de cubierta de gran sencillez formal, rapidez de ejecución, eficacia funcional, y precio bajo de construcción, constituyendo, por otra parte, un espacio económico complementario de la edificación, carente realmente de patio o de dependencia inmediata utilizable, al servir de secadero de los productos agrícolas.

En la construcción del terrado sobre los maderos/palos se coloca la caña tejida con esparto y una capa de hojas y las partes leñosas más finas de plantas frondosas especialmente helechos, como base de la launa, material impermeable. La horizontalidad no es total, pues se procura dar una mínima inclinación para la evacuación del agua de lluvia y que la launa no sea arrastrada.

La matización planteada anteriormente, se concreta en el hecho de que, en la costa, con su baja pluviosidad, los terrados planos no encuentran en el clima graves problemas para su implantación, en cambio, su presencia en áreas serranas como el alto Valle del Andarax, con una pluviosidad más elevada y la aparición de nevadas, puede acarrear algunas dificultades, por lo tanto su implantación y extensión se ha realizado a pesar de las condiciones climáticas, y sí a favor de la presencia de launa y de la técnica de albañil.

La vivienda se resuelve mediante muros de carga, de mampostería a base de piedra y barro, y de tapial. Coronados por un alero de losas de pizarra y con mucha menos frecuencia de teja árabe. Los muros se revocan con yeso, y, en ocasiones cal, convenientemente preparada, en el exterior.

En las casas de más de una planta los techos interiores se construyen a base de maderos/palos, cierres de cañizo, hojas y partes leñosas finas de frondosas especialmente helechos, y yeso, sirviendo a su vez de suelo del piso superior. En el espacio entre los maderos/palos el cañizo se puede ocultar, según sea la disponibilidad económica, mediante un enlucido de yeso denominado entabacado.

Los suelos de la planta baja son de tierra bien apisonada/nivelada y raramente de yeso. En los de las cuadras, y a veces también en los de pajares, una vez efectuada la citada operación pueden colocarse lajas ("tejas") de pizarra, por los resquicios existentes entre ellas se echa agua y simultáneamente se van golpeando para que se incrusten en la tierra reblandecida y también encajen mejor unas con otras.

En las puertas de acceso a las distintas dependencias, ventanas y balcones el problema de descarga del muro, para abrir un vano adintelado, se solucionaba con la colocación en la pared, durante su construcción, de un lumbral de madera resistente.

Junto con el terrado plano de launa, un aspecto destacado de la casa popular lo proporcionan las azoteas/solanas del piso superior. Son habitaciones con amplio vano adintelado, al menos en uno de sus lados, normalmente situadas sobre la fachada con pretil de mampostería, baranda de obra de albañilería calada, madera, etc.

A veces la azotea/solana se instala en naves interiores sin salida a la fachada, retranqueadas al interior, constituyendo realmente un espacio techado en su mitad, mientras que la otra parte es un terrado dando a la fachada y al cual se abre ampliamente, con el objetivo de ventilar la estancia, frecuentemente utilizada como secadero.

Junto con la explicación sociológica, económica, cultural, etc., de la vivienda es conveniente reflexionar sobre lo que es suyo específico, y configurante de la morfología del espacio urbano, el cual debe ser considerado como un todo unitario e interrelacionado en el proceso de definición de sus casas.

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