Miércoles. Día de mercadillo en Mojácar. Cita multitudinaria en la Plaza Nueva de la localidad con el recién alumbrado secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que tiene vivienda propia muy cerquita del punto de encuentro debido a que su mujer, Begoña Fernández, le habló en su día de un pueblecito blanco escalonado en la ladera de un monte con playas medio salvajes a un par de kilómetros. Sucumbió a la sugerencia, se prendó de los aires mojaqueros y desde hace unos años pasa sus días de vacaciones en este córner del Levante almeriense. Él, camisa blanca, pantalón azul, calzado deportivo elegante; ella, vestido largo veraniego de un favorecedor color azul y sandalias de tacón.

"Mojácar es un fantástico lugar, un pueblo acogedor, hospitalario, familiar, en el que suelo pasar mis veranos y, por supuesto, este año no podía ser menos porque cuando vengo a Almería me siento como en casa". Pedro Sánchez, quien también animó a conocer la provincia de Almería y sus parajes naturales, comenzaba ayer con estas palabras su paseo por las calles mojaqueras acompañado por el secretario general provincial José Luis Sánchez Teruel, el secretario general de Mojácar, Manuel Zamora, el senador Juan Carlos Pérez Navas, la parlamentaria andaluza Adela Segura, los alcaldes de Los Gallardos, Bédar y Lubrín, además de un nutrido grupo de representantes orgánicos y municipales socialistas de la comarca del Levante almeriense.

Tras un breve encuentro con los medios de comunicación, Pedro Sánchez y su comitiva emprendieron camino, naturalmente también Begoña, su mujer. Hágame usted la caridad de describirme a su marido en zapatillas: "es una persona muy hogareña, le gusta mucho estar en casa con su familia, un gran lector de libros, muy trabajador, la verdad es que a veces se trae trabajo a casa, le gusta la naturaleza y hacer deporte, actividad que compartimos y salimos en grupo a correr o a practicar otros deportes".

¿Y la mujer del Secretario General del PSOE cómo lleva esta vorágine? "Muy bien, lo llevo bien porque todo es energía positiva, no puede ser de otra manera". En el entretanto, el grupo va ya por la calle Indalo, casi en la esquina de la calle de Enmedio dirección Plaza del Ayuntamiento. Un apretón de manos, un beso, una fotografía, y así durante todo el recorrido.

Los guiris se asombran al paso del grupo. Preguntan qué sucede o quién es el personaje: General Secretary of the PSOE. ¡OoH! Y más fotos, más besos, más apretones de manos. Es como si un desfile procesional en laico, avanzara lentamente de chicotá en chicotá. Ya se acerca a la calle Esteve para doblar la calle Ruiz en las estribaciones del barrio de Moño Alto con bajada al mercadillo ubicado frente al Polideportivo Municipal de Mojácar. Las gentes se asoman a ventanas y balcones, Manuel Zamora, secretario general del PSOE de Mojácar, ejerce la función de introductor de embajadores al irle presentando a todo aquél que él considera.

Ya en la zona de frutas y verduras del mercadillo, Isabel enjareta una rosca de churros, prepara unos cuantos recién hechos en una bolsa que le da a probar a Pedro Sánchez que previamente, en el puesto de Antonia Yáñez, había comprado un par de kilos de tomates de rama. Antonia, de Turre, tiene un puesto espectacular: ajos, limones, judías anchas y estrechas, melocotones, patatas, paraguayas, ciruelas, pepino, berenjenas, aguacates, peras, pimientos, uvas. Alrededor de Antonia se forma un corro de mujeres que hacen la compra. Y díganme, ¿es tan guapo este hombre como dicen? "Sí es guapo, sí, y simpático. Ahora lo que hace falta es que sea honrado y que no haga lo que están haciendo la mayoría de los demás, meter la mano en las arcas, que se diferencie en eso al menos".

Que Pedro Sánchez es calificado de guapo por las mujeres no cabe duda alguna, si bien, alguna, aun reconociéndolo, considera que no es su tipo mientras otras, tal vez porque llevan al propio a su lado, dicen que no, que del montón. Bueno, para gustos están los colores. Y para colores el mercadillo de textil, electrónica, música y regalos, que a diferencia de El Corte Inglés lo tiene todo en una sola planta con apariencia moruna.

En esta zona se repite lo sucedido a lo ancho y largo del camino: besos, fotos, apretones de manos, abrazos, recuerdos, ya te veré, suerte, y apuntes de este porte a modo de escanciadores de parabienes y deseos de éxito.

No está escrito en ningún libro científico y, sin embargo, algún gen especial deben tener los personajes con altas responsabilidades que no sudan, al menos no lo parece. En tanto el personal está empapado, Pedro Sánchez da la sensación de ser refractario al calor. O es que la procesión va por dentro. Poco a poco se producen las despedidas, cada cual vuelve a su tajo. Pero antes, la última foto de familia como recuerdo de un miércoles 6 de agosto no sea que, quién sabe, Pedro Sánchez haya de veranear en Doñana u otro lugar oficial.

La pareja, Begoña y Pedro, enfilan la calle París arriba ¡al fin solos! como una pareja más de las muchas que disfrutan de su ocio en el municipio de Mojácar. Lástima de foto de Pedro Sánchez con la bolsa de los dos kilos de tomates en una mano y una con sandía en la otra. Pero pidió respeto para su descanso y ha sido correspondido. Me debe una.